VALÈNCIA. La Dana que asoló decenas de municipios valencianos el pasado 29 de octubre paralizó gran parte de la actividad económica de la zona afectada: centenares de empresas tuvieron que interrumpir durante semanas su labor después de que muchas de ellas vieran completamente arrasadas sus instalaciones. Algunas de ellas son clientes de Carlos Bermell, un informático de la ciudad de València que se embarcó desde el primer momento en prestar su ayuda de cara a recuperar la información de todos los discos duros que se dañaron durante las inundaciones.
Este informático se estuvo desplazando a diferentes municipios afectados para recoger los componentes dañados durante las primeras semanas tras la Dana, mientras el boca a boca generaba un aumento importante de los encargos. "Todo esto surgió de forma muy espontánea. Durante los primeros días había mucha gente quitando barro y pensé que quizá podía aportar mi granito de arena haciendo lo que mejor sé", explica Bermell a Plaza en un encuentro con motivo del primer aniversario desde la Dana para recordar y profundizar en una iniciativa que este periódico ya relató a mediados del pasado mes de noviembre.

- El informático Carlos Bermell. -
- Foto: EDUARDO MANZANA
Un año después, Bermell atiende a sus clientes en un nuevo local, apenas unos metros del anterior, pero con el mismo propósito: decenas de dispositivos y componentes reposan en una estantería a la espera de que sus dueños afectados por la catástrofe los recojan en algún momento. Algunos de ellos han vuelto a ser operativos, otros han tenido peor fortuna. "Por aquí han llegado a pasar más de 100 personas, tanto particulares como empresas, afectadas por la Dana y se han procesado más de 500 discos", destaca Bermell.
La tasa de recuperación de los discos duros varía en función de la tecnología de los mismos. De los discos más antiguos, conocidos como magnéticos o HDD, se ha salvado la información en aproximadamente el 40% de los casos, porcentaje que se eleva "prácticamente al 90%" en los discos sólidos. "En el caso de los magnéticos hemos seguido intentando recuperarlos a través de un colaborador que tiene otra tecnología y equipamiento para ello. Con ello, se ha elevado un poco más la tasa de recuperación", relata Bermell.
Sigue recibiendo discos duros un año después
El informático explica que la llegada masiva de dispositivos se produjo entre la jornada de la Dana y finales de año: "Hasta Navidades fue bastante intenso, pero a partir de Reyes se relajó un poco el tema". No obstante, durante el primer trimestre de este año, empezó a recibir la llamada de gente conocida de algunas personas a las que había tratado de recuperar la información de algunos de sus dispositivos. Es por ello que "hasta febrero o marzo volvió a haber un goteo, aunque no tan fuerte como el de los primeros meses".

- El informático Carlos Bermell. -
- Foto: EDUARDO MANZANA
"A partir de ahí, todo ha sido más tranquilo", comenta Bermell, que asegura que todavía sigue recibiendo algún dispositivo afectado por la Dana: "Una persona me trajo tres portátiles hace menos de un mes. Lo típico, en ese momento no era importante en su vida, pero luego se ha enterado de lo que hacemos y quiere ver si se puede recuperar".
Las copias de seguridad, claves en la recuperación
Bermell plantea tres opciones para contar con un respaldo de los datos y así tratar de evitar la pérdida de la información vital en una situación similar a la del pasado 29 de octubre. Una serie de fórmulas que son complementarias y que, en algunos casos, facilitaron la recuperación de las empresas tras las inundaciones.
En este sentido, plantea un primer nivel de protección basado en copias de seguridad físicas almacenadas en el propio centro de trabajo a través de un dispositivo NAS. Una opción que, no obstante, puede ver diluida su función durante una riada. "Hubo empresas que tenían copias de seguridad, pero estaban almacenadas en la propia nave que fue arrasada, por lo que desapareció todo", detalla este informático.
Es por este motivo que las copias de seguridad almacenadas en la nube suponen un segundo nivel más seguro en este tipo de catástrofes: "Hoy en día es lo que más puede salvar una empresa", considera Bermell, que también plantea algunas limitaciones de este sistema: "El primer nivel es de almacenamiento mucho más masivo, en la nube la capacidad está más limitada por una cuestión de costes".
"Hay que almacenar en la nube la información realmente crítica de la empresa, aquella sin la que no se puede volver a comenzar", añade Bermell, que señala que los datos almacenados dependen de cada compañía, pero va desde bases de datos del programa de gestión hasta documentos Excel con pagos.

- El informático Carlos Bermell. -
- Foto: EDUARDO MANZANA
A modo de ejemplo, Bermell comenta que uno de sus clientes, cuya empresa se ubica en el polígono de Chiva, lo perdió "absolutamente todo" a nivel de equopamiento, aunque se pudo recuperar la información "sin ningún problema" gracias a una "buena política de copias" de seguridad. "La nave fue completamente arrasada, lo perdieron todo, pero les vendí equipamiento nuevo y la información se recuperó muy pronto. En pocas semanas volvieron a estar completamente operativos a nivel informático".
El tercer nivel de protección sugerido por este profesional es un sistema de copia a través de dispositivos externos en formato físico. Es decir, que la empresa cuente con un disco duro con la información más relevante en el que se haga al menos una copia mensual y que se almacene fuera de la empresa. "Normalmente, el gerente lo guarda en su domicilio. En algunos casos, el agua también les arrasó la casa, por lo que sin un sistema en la nube no podrían haber recuperado los datos".
"Tras estas experiencias, hago mucho hincapié en que no hay copia mala. Es mejor tener tres veces los datos que dos", apunta Bermell, que cree que la ciudadanía está "muchísimo más" concienciada con la protección de su información tras la experiencia de la Dana.
Los particulares optan por la nube y los NAS
Respecto a los particulares, Bermell también ha observado muchos clientes que han empezado a darle una mayor importancia a dispositivos de copias de seguridad y a asegurarse de que los datos de su teléfono móvil tienen un respaldo en la nube: "Mucha gente me ha pedido que le compruebe que Google le está copiando bien las fotos para evitar perderlo todo", relata.

- El informático Carlos Bermell. -
- Foto: EDUARDO MANZANA
Además, asegura que actualmente hay un incremento de demanda de los clientes particulares por poner un dispositivo NAS para copias de seguridad más grandes. "Además, este sistema tiene otras virtudes como poder ver la información desde cualquier punto simplemente accediendo por internet", añade Bermell.
La recuperación informática tras la catástrofe
Respecto al balance que el informático realiza de su labor tras la Dana, comenta: "Ha habido un feedback positivo de mucha gente que ha quedado contenta con la recuperación de su disco y ha confiado en mí para comprarse un nuevo ordenador". Además, explica que incluso existen empresas a las que no ha podido recuperarles la información pero que le han encargado los nuevos sistemas informáticos del negocio para poder reabrir.

- El informático Carlos Bermell. -
- Foto: EDUARDO MANZANA
"Ya que las empresas tienen que reponer todos los sistemas, quieren instalarlo todo bien y de una forma más segura", sentencia Bermell, que cifra en unos 25 los clientes que han surgido tras la iniciativa puesta en marcha pocos días después de las inundaciones.