Comunitat Valenciana

La renuncia del gerente mantiene la inestabilidad en la empresa de bomberos de la Generalitat en plena incertidumbre por el tercer turno

Las organizaciones sindicales piden que se aclaren los cuadrantes para la implantación del tercer turno el 1 de enero y amenazan con movilizaciones

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VALÈNCIA. Más de seis años después de que se creara la empresa pública de la Generalitat Valenciana para conformar un cuerpo único de bomberos forestales, la compañía sigue arrastrando problemas internos. La inestabilidad en la gestión fruto de la sucesión de directivos, las necesidades de mejora en los equipamientos, y otras cuestiones en materia laboral como la falta de un convenio propio o la incertidumbre ante la inminente implantación del tercer turno marcan el funcionamiento interno de la .Sociedad de Gestión Integral de Servicios de Emergencia (SGISE).

La compañía, adscrita a la Conselleria de Emergencias que encabeza Juan Carlos Valderrama, atraviesa de nuevo momentos delicados después de que, como adelantó Valencia Plaza, dimitiera la pasada semana el último gerente Ricardo Espíritu, el militar que ha estado al frente de la firma autonómica desde el pasado mes de mayo. Una salida tras varias semanas en las que había estado más desconectado de la gestión, según explican fuentes internas, si bien las fuentes oficiales achacan la renuncia a "motivos personales". Es el tercer responsable que pasa por este puesto en los dos años y medio de mandato, siguiendo la gran inestabilidad de la compañía desde su creación, en 2019, bajo el Gobierno de Ximo Puig.

Por el momento, no ha sonado ningún nombre como sustituto y no parece que lo haya a corto plazo. De hecho, en la compañía explican que es la secretaria autonómica de Emergencias e Interior, Irene Rodríguez, la que está asumiendo de manera interina la gestión ordinaria de la firma desde este lunes. Aunque ciertamente no son pocos los que señalan que ya venían siendo tanto ella como el director general de Innovación en Emergencias de la Conselleria, Raúl Quílez, quienes tutelaban 'desde fuera' la gestión que llevaba a cabo Espíritu.

El comité de empresa se reunió el pasado viernes con el conseller del ramo y consideraron que la firma pública es una "empresa fallida, sin nadie al volante, donde todos sus directivos no duran más de un año, dimitiendo uno tras otro". Y se refirieron precisamente no solo a la salida del gerente sino también del director de Recursos Humanos, Juan Gutiérrez, que había aterrizado en la compañía hace apenas dos meses, a principio de septiembre. Ambas renuncias, aseguraron los sindicatos, "han provocado la mayor falta y desastre de gestión de la historia del Servicio de Bomberos Forestales que se recuerda". La Conselleria trabaja en un proceso de selección para encontrar un nuevo responsable de Personal.

En ese sentido, el comité de empresa trasladó el "enorme malestar, preocupación y sentimiento de menosprecio por la situación actual de abandono y precaridad en la gestión del Servicio de Bomberos Forestales" porque, entre otras cosas, tras un año de la tragedia de la Dana, "nada ha cambiado en la coordinación, la mejora de los equipamientos ni en la respuesta ante futuras catástrofes climáticas". Pero quizá lo que mayor intranquilidad genera ahora mismo al cuerpo es el tercer turno, una reivindicación histórica que la compañía se ha comprometido a implantar el 1 de enero de 2026.

Sin embargo, a pesar de la promesa, falta apenas mes y medio para la fecha marcada y según denuncian las organizaciones sindicales, "todavía no se cuenta con los cuadrantes de trabajo ni con la planificación de las promociones y vacaciones" del año que viene. De ahí que el comité de empresa diera el pasado viernes un ultimátum a la conselleria y le diera un plazo de una semana para resolver esta situación de incertidumbre que además, según denuncian, "incumple la legalidad". De no ser así, amenazan con movilizaciones. "No vamos a parar, queremos los cuadrantes y saber que se va a contratar la gente necesaria para cubrir ese tercer turno", aseguran fuentes sindicales.

Por otra parte, también en el campo laboral, en agosto finalizó el proceso de estabilización 281 puestos de trabajo este año, tal como anunció la propia Generalitat Valenciana. Pero las organizaciones sindicales exigen la convocatoria "con urgencia" de la Oferta Pública de Empleo (OPE) para cubrir las plazas de la nueva relación de puestos de trabajo, así como "garantizar la masa salarial en los presupuestos de 2026 para el primer convenio colectivo", pues cabe recordar que la SGISE no se encuentra adherida a ningún convenio colectivo ni cuenta con ninguno propio, por lo que se sigue aplicando de forma transitoria los que había en el momento de la creación de la sociedad. Este jueves, hay una nueva reunión entre la parte social y los responsables de la conselleria para analizar si ha habido avances.

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