VALÈNCIA. Era el primer y quién sabe si último acto público en el que se juntaban los dos encargados para la reconstrucción de la Dana, el vicepresidente y conseller para la Recuperación, Francisco José Gan Pampols, que abandonará su cargo el próximo 5 de noviembre, y la recién nombrada comisionada del Gobierno, Zulima Pérez. Por eso había cierta expectación. Por ver cómo interactuaban y cómo exponían el papel de sus respectivas administraciones -Generalitat Valenciana y Ejecutivo central- en la complicada tarea de reconstruir un territorio arrasado por las inundaciones. Y no defraudaron: aunque cada uno asistía al Club de Encuentro Manuel Broseta a hablar de su libro, especialmente con las preguntas del público acabaron mostrando sus evidentes discrepancias -pullas incluídas- en múltiples cuestiones.

Así pues, el vicepresidente del Consell centró su primera intervención en defender el trabajo realizado en su conselleria, creada ad hoc para la reconstrucción en noviembre del año pasado, empezando por el diagnóstico inicial de la situación y acabando por el Pla Endavant para la recuperación. Lo hizo de manera sosegada pero firme, e incluso mostró cierta molestia por quienes dicen que se ha "gastado dos millones en un powerpoint". "Un concepto de toda falsedad y un poco miserable porque desprecia el trabajo de mucha gente", lamentó, para destacar más tarde que cerca del 35% de todas las iniciativas están ya iniciadas y se espera acabar el año con más del 60% al menos en ejecución.

También la comisionada del Gobierno para la Reconstrucción siguió ese guion: recordó la ya manida cifra de los 16.600 millones de euros "movilizados" por el Ejecutivo tras la Dana aunque admitió que "se van gastando poco a poco y ejecutando conforme va necesitándose"; relató todas las actuaciones de emergencia en cauces, infraestructuras de transporte, edificios municipales o saneamiento; puso de relieve el plan de infraestructuras hídricas de 530 millones para los barrancos a medio y largo plazo y cargó contra los "bulos" generados sobre el dinero aportado por las administraciones. Bulos que, dijo, "muchas veces se lanzan desde las instituciones". Sería la primera de varias indirectas a lo largo del evento que desembocaron en una ordenada pero directa confrontación de puntos de vista.

Desde la constitución de una comisión mixta Generalitat-Gobierno hasta la existencia o no de coordinación pasando por los protocolos de emergencia o las dificultades burocráticas de la Administración ante la catástrofe. Casi todas las preguntas fueron motivo de discrepancia, lo que da buena cuenta de la relación institucional en la trinchera política hasta el punto de que, en uno de los últimos rifirrafes a cuenta de un caso concreto de cooperación entre gobiernos, Gan Pampols intervino para instar a "evitar" el "modelo de confrontación": "No es si tú más o tú menos", aseveró.

Una de las cuestiones fundamentales de desencuentro, de manera bastante reveladora, fue precisamente si hay o no coordinación. Mientras que Gan Pampols lamentó la falta de una comisión mixta entre el Gobierno central y el Gobierno autonómico, Pérez la vio innecesaria porque a su juicio los contactos son fluidos a nivel técnico. A juicio del conseller, una comisión "significa unidad de esfuerzo" porque "lo que hay que acometer excede de lo normal" y "se puede hacer de parcialmente pero es ineficaz y poco efectivo". Tampoco vio "comprensible" que "cada vez que venga un ministro, no tenga a un conseller a su lado: además de una imagen de unidad de esfuerzo, establece un principio de cooperación, que es una obligación de las administraciones".

La comisionada de la Dana dijo rotunda que "la coordinación existe" actualmente y que aunque no hay "mecanismos formales" como la comisión mixta, sí los hay "de facto". "Si una comisión mixta aportase cualquier beneficio adicional para la reconstrucción, se podría hacer, pero no creo que se quiera hacer con ese propósito", señaló, para añadir que si "lo que se busca es una fotografía, no sirve de nada" y que, en el caso del Gobierno, la cooperación "con los municipios existe de manera continuada". Pampols acabó el debate, tras otra pregunta sobre esta cuestión, defendiendo la necesidad de ir más allá de un "contacto circunstancial" para que haya un "contacto permanente" para anticiparse a los problemas y las duplicidades, como constató que las ha habido.

Fueron consultados por las actuaciones de prevención y ejecutadas y si se llega a otoño con las garantías necesarias. Gan Pampols fue crudo al señalar que "no se puede alterar el curso de la naturaleza" y que "lo único que podemos hacer es la autoprotección, saber qué debemos hacer ante una emergencia", por lo que apuntó a la necesidad de "mecanismos claros de comunicación" y de "aclarar protocolos y formar a las personas" porque "las soluciones estructurales tienen un plazo de ejecución". A lo que Pérez le respondió que además de eso, "es importante que las instituciones responsables de la emergencia avisen a los ciudadanos de qué manera tienen que actuar", en clara referencia al aviso tardío del pasado 29 de octubre

"No podemos pretender que los ciudadanos tengan un conocimiento de qué hacer ante determinadas situaciones", dijo Pérez, y añadió que "hay que aunar las dos cosas: formación y el envío de avisos". Precisamente los protocolos fueron la excusa de otra desavenencia en el mismo sentido. Mientras Gan Pampols sostuvo que "toda organización es perfectible" y que hay que ser "mucho más finos en transformar la información en inteligencia" para que los responsables "puedan tomar las decisiones más adecuadas", la comisionada de la Dana fue contundente al insistir en que los protocolos "no han fallado" sino que "han fallado las personas que estaban al frente de los protocolos".

Además de todo ello, en una de las últimas preguntas también divergieron ambos representantes, en relación a la burocracia y la agilidad de la administración. Frente a las tesis más garantistas de Pérez en los procesos de contratación y concesión de subvenciones, el conseller para la Reconstrucción sostuvo, además de señalar a "algunos habilitados" por su concepción restrictiva de la normativa, la superación de las barreras burocráticas en tiempos de emergencia y pidió no "desconfiar" a priori sino "contratar primero, luego verificar y poner la pena a quien haga un mal uso del procedimiento". "No es inteligible ni responsable ni moderno decir que el procedimiento es farragoso", sentenció, mientras la comisionada sostuvo, entre comillas, que los procedimientos de emergencia "se dan a quien tu quieras" y no cuentan con tantas garantías. "Estamos hablando de dinero público e impuestos de los cudadanos", arguyó, para defender que "hay que unir celeridad con cierto control".