VALÈNCIA (EFE). Los manifestantes que han participado en la marcha convocada al mediodía con motivo de la huelga general de este jueves han centrado sus reivindicaciones en pedir la dimisión del president de la Generalitat, Carlos Mazón, por las 228 muertes de la dana pero también han reclamado la subida de los salarios y los servicios públicos y han rechazado la gentrificación y el fascismo.

La manifestación ha realizado un recorrido circular desde la Estació del Nord de València, que se ha prolongado durante dos horas y a su paso por la calle Colón ha desplegado piquetes para informar de los motivos de la huelga general convocada por Intersindical, CNT, COS y CGT a los comercios, con policías apostados en las puertas para impedir su acceso a las tiendas. Solo en algún caso se han cerrado las puertas a los clientes de forma temporal.

Según la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, han asistido 2.500 personas, mientras que los organizadores no han querido ofrecer cifras de participantes y han destacado que estaban contentos con la asistencia a la manifestación teniendo en cuenta la hora de la convocatoria (12 horas) y las altas temperaturas.

Con la protesta por el centro de la ciudad han querido visibilizar los motivos de la huelga general, reclamar responsabilidades penales para los culpables de las muertes de trabajadores el día de la dana en accidentes laborales, la reversión de las privatizaciones o la reducción de la jornada laboral, entre otras medidas, que se han reflejado en la pancarta de cabecera: 'Contra la patronal i el Consell de Mazón: per la vida, el treball digne, els serveis públics i l'habitatge'.

Entre los participantes se encontraba la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, y la coordinadora de esta formación en la Comunitat Valenciana, Teresa Pérez.

El secretario general de CGT Valencia, Juan Miguel Font, ha calificado de "triunfo para la sociedad valenciana" la huelga general de hoy, si bien ha denunciado los servicios mínimos fijados del 70 % y el 80 % que, a su juicio, no pueden considerar "de ninguna manera normales".

Desde Intersindical, su portavoz, Beatriu Cardona, ha explicado que algunos de los piquetes identificados por la Policía durante la mañana han sido puestos en libertad ya que un piquete informativo "no es delito", como tampoco lo es "luchar por los derechos".

Mar Bueno, de CNT Valencia, ha recordado que el 29 de octubre se sufrió una catástrofe climática que sacudió Valencia y la clase trabajadora estuvo "al pie del cañón", mientras que el portavoz de COS, Ángel Muñoz, ha coincidido en denunciar los servicios mínimos "abusivos" y ha asegurado que la huelga ha parado la distribución en Mercavalencia.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha dicho antes de participar en la manifestación que la huelga general de hoy convocada por los sindicatos es "histórica", "construida desde abajo sin el apoyo de los sindicatos mayoritarios" en alusión a CCOO y UGT, y revela "hasta qué punto" el pueblo valenciano va a seguir peleando y reclamando justicia y derechos.

"Da igual cuánto tiempo pase y Mazón se sienta tranquilo e impune" porque la gente "va a conseguir justicia, verdad y reparación", ha añadido Belarra. "Si no es ahora, será mañana y, si no, dentro de unos meses pero eso va a pasar. Mazón puede ganar tiempo pero la gente ha dicho ya que el tiempo se le ha acabado", ha manifestado.

Respecto a los Presupuestos de la Generalitat aprobados este miércoles en Les Corts por el PP y Vox, Belarra ha afirmado que son los "más reaccionarios" de la historia de la Comunitat, "un ataque frontal al derecho a la vivienda, cargándose esa capacidad de tanteo y retracto de las administraciones, que se suma a la emergencia habitacional", mientras que la coordinadora de esta formación en la Comunitat Valenciana, Teresa Pérez, ha lamentado que el modelo urbanístico agrava las consecuencias de fenómenos naturales como la dana.

Además de la dimisión de Mazón y su ingreso en la cárcel de Picassent, en la manifestación también se ha pedido la de la alcaldesa de Valéncia, María José Catalá, y han proferido gritos contra Airbnb y los desahucios.