VALÈNCIA. La tensa sesión de control celebrada este miércoles en el Congreso de los Diputados, marcada por la supuesta trama de comisiones del 'caso Koldo', tuvo un momento 'valenciano' propiciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Así, el también líder socialista tejió una réplica especialmente dirigida al PP consistente en relatar los casos de supuesta corrupción que afectan a gobiernos autonómicos populares, momento en el que los diputados de esa bancada comenzaron a gritar "dimisión, dimisión" mientras los socialistas se levantaban para aplaudir a Sánchez.
No obstante, el presidente del Gobierno protagonizó un patinazo al referirse a la situación del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, como "investigado por corrupción por financiación irregular del Partido Popular". Una afirmación incierta dado que el jefe del Consell no se encuentra imputado en ninguna causa en ese sentido ni en otro, dado que tampoco ha sido llamado a declarar en la causa de la Dana, si bien la jueza ha dejado entrever en ese caso que se debe a su condición de aforado.
Así, la sorpresa en el bando propio y en el opuesto ante tamaña manifestación fue notable. Fuentes socialistas aseguraban que la frase del presidente del Gobierno se debía, con toda seguridad, a un lapsus en la ejecución del discurso, una buena fe que no compartían en las filas populares, convencidos de que Sánchez había tratado de confundir a la opinión pública.
Lógicamente, la reacción del PPCV, en este caso a través de la red X (antes Twitter), no se hizo esperar. "Basta de bulos", exclamaron los populares, que acusaron a Sánchez de "mentir como con Koldo, Ábalos y Cerdán". Además, aprovecharon también para incrustar parte de su argumentario sobre la Dana, recalcando que el jefe del Consell "ni estuvo incomunicado" el pasado 29 de octubre -día de la Dana- ni tampoco el PPCV ni el presidente "han sido investigados por financiación irregular".
De esta manera, el error -o la mentira- de Sánchez en la trona permitía sacar pecho a Mazón respecto a las críticas y acusaciones recibidas por su gestión el día de la tragedia, lo que pone de manifiesto la oportunidad que ven en el Consell de sacar la cabeza y resistir ante la crisis nacional de la formación socialista.
