VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha mostrado en los últimos días una constante y reiterada preocupación ante la alerta roja por lluvias decretada en diferentes puntos de la Comunitat Valenciana, con especial incidencia durante el fin de semana en la provincia de Alicante. Una inquietud que se ha traducido en diversas reuniones junto a miembros de su gobierno con el conseller de Emergencias, Juan Carlos Valderrama; visitas a algunas zonas afectadas e incluso cambios en su agenda. Una manera de proceder que no solo choca con su forma de actuar el día de la Dana que causó 229 víctimas mortales, sino también con su discurso de desmarque respecto a las Emergencias que recientemente ha esgrimido en distintas entrevistas concedidas.
Así, el jefe del Consell criticó en À Punt el "debate de un minutaje y un horario absolutamente fuera de rango y de lugar", en referencia a las constantes preguntas sobre su ubicación exacta en diferentes momentos de la tarde del 29O. Una cuestión con la que "la izquierda política" había tratado de "hacer bandera" como si eso "hubiera tenido alguna incidencia en la toma de decisiones operativas". "Ni una sola decisión operativa puede ni debe pasar ni ha pasado jamás por ningún presidente de la Generalitat”; señaló, en referencia a las Emergencias.
Un alejamiento respecto a la responsabilidad ejecutiva en el 29O que ya había exhibido en la entrevista publicada en Las Provincias el mismo 9 d'Octubre, donde subrayó que "jamás" dio una orden a la entonces consellera de Emergencias, Salomé Pradas, "no para convocar el Cecopi, ni para activar la UME ni para mandar los SMS de alerta". "Ninguna instrucción de gestión operativa, ni técnica, ni de aviso de mando en ningún caso", sentenció, para destacar: "No tenía que estar en ningún órgano de coordinación para tomar ninguna decisión, ni para acelerar ni retrasar ninguna decisión". Una línea discursiva mantenida y empleada estos meses de que al jefe del Consell no le correspondía estar en el Cecopi ni disponía de capacidad ejecutiva en la Emergencia, algo que parece dirigido a esquivar el proceso judicial.

Mazón, reunido en Alicante el jueves ante la alerta roja. Foto: EP/ROBER SOLSONA
Este posicionamiento de tomar distancia con su capacidad de mando el 29O contrasta con la diligencia demostrada por el presidente de la Generalitat en los últimos días ante las distintas alertas derivadas de la dana Alice, que comenzó con la cancelación de la Procesión Cívica del 9 d'Octubre y el acto institucional de la entrega de distinciones en el Día de la Comunitat Valenciana. Mazón mantuvo al día siguiente en la sede del Consell en Alicante una reunión telemática con el conseller de Emergencias e Interior, Juan Carlos Valderrama, y el resto de miembros del Gobierno valenciano, a la que también asistieron el presidente de la Diputación de Alicante y alcalde de Benidorm, Toni Pérez; el primer edil de Alicante, Luis Barcala, y el director general de Coordinación de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la Comunitat Valenciana, Alberto Martín.
A renglón seguido, Mazón se desplazó hasta el Puesto de Mando Avanzado (PMA) del Ayuntamiento de Orihuela, que conforman fuerzas y cuerpos de seguridad, bomberos, brigadas municipales y personal del consistorio. Más tarde, el presidente de la Generalitat se trasladó hasta Almoradí, junto al nuevo diputado de Emergencias, Luis Rodríguez, y la alcaldesa de la localidad, María Gómez, para abordar la evolución de las lluvias en la zona, además de constatar la situación del río Segura a su paso por la población y, concretamente, en el mismo punto en el que se desbordó durante la dana que en septiembre de 2019 azotó a la comarca, según explicó la Diputación en un comunicado.

El presidente visitó el sábado Pilar de la Horadada (Alicante) tras las intensas lluvias registradas en el municipio. Foto: GVA
Al día siguiente, el sábado 11, Mazón visitó Pilar de la Horadada, junto a la vicepresidenta de la Diputación de Alicante, Ana Serna, después de las intensas lluvias registradas en el municipio, donde el alcalde de la localidad, José María Pérez, les informó de la última hora de la situación y del dispositivo especial desplegado, además de mostrar algunas de las zonas de la población más afectadas por las inundaciones. Es en la tarde de esa misma jornada cuando desde Presidencia se comunica que Mazón no asistiría a los actos para conmemorar el Día de la Hispanidad en Madrid debido a "la persistencia, acumulación y especialmente debido a la variabilidad de las previsiones meteorológicas para esta noche y mañana en la Comunitat Valenciana". Una cancelación de agenda que se antoja lógica pero que contrasta con el mantenimiento de los diversos actos públicos y, en especial, con la comida en el Ventorro que no anuló el día de la catástrofe.
El domingo, el presidente de la Generalitat volvió a mantener en la sede del Consell en Alicante una reunión telemática con el conseller de Emergencias e Interior, Juan Carlos Valderrama, y, en este caso, con el titular de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, para analizar la situación derivada tras las intensas lluvias. Un encuentro al que también asistió el secretario autonómico de Infraestructuras y Transportes, Javier Sendra, y el director general de Coordinación de los Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la Comunitat Valenciana, Alberto Martín, entre otros cargos institucionales.
A continuación, el presidente de la Generalitat sí acudió al acto conmemorativo por la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, junto al alcalde de la localidad, Luis Barcala, donde presenció el desfile de las especialidades de la Comandancia, con lo que concluyó la agenda pública del fin de semana.
En definitiva, una agenda que ha puesto de manifiesto el interés de Mazón por mostrar proximidad y atención respecto a la alerta roja por las lluvias, pero que evidencia las contradicciones entre la presencialidad y responsabilidad que se le presupone a un presidente de la Generalitat en este tipo de eventos meteorológicos y la ausencia del jefe del Consell en momentos clave del 29O. Una ausencia que -a tenor de lo demostrado- ahora parece que no se produciría, lo que debilita el discurso que viene esgrimiendo el Palau sobre que la presencia de Mazón en el Centro de Coordinación de Emergencias no era obligada ni necesaria la tarde de la Dana.