ALICANTE. El PP de la Diputación de Alicante tiene un marrón heredado del anterior mandato: las ayudas que recibió entre 2015 y 2019 y su correspondiente justificación. Al parecer, esa tarea no se hizo, y Compromís decidió llevarlo a la vía contencioso-administrativa para que los populares sometieran las subvención que reciben -como el resto de formaciones, en función de su representación- a un streaptease contable. Recientemente, el juzgado ha reclamado al PP que aportara sus cuentas y comprobar que todo está correctamente. Pero, sin saber por qué, los servicios jurídicos de la institución recurrieron esa decisión para no aportar esos datos, que en todo caso podría incomodar al partido mayoritario.
Nadie sabe quién dio la orden: si fue política, o si los funcionarios respondieron por rutina, o de manera reglada. La cuestión es que el socio del PP, Ciudadanos, que se ha visto en medio de un problema que no va con ellos, ha propuesto la introducción de modificaciones en el artículo 9 del reglamento que recoge la justificación de fondos de los grupos para garantizar que en la presentación de cuentas se aplique parámetros de transparencia y un mismo sistema contable para todos.
Una vez conocido ésto, el PP ha quitado importancia al recurso, lo ha minimizado y ha anunciado que entregará al juzgado la justificación del dinero que ha recibido su grupo en la Diputación. Polémica superada.
Es más, Ciudadanos ha aprovechado la coyuntura para sacar pecho de su gesto de transparencia. "Creemos que, por higiene democrática, la solicitud debería extender la petición de cuentas al resto de partidos de aquella legislatura. En todo caso, gracias a la diligencia de Ciudadanos, que en cuatro meses ha conseguido lo que ni PSPV, ni PP, ni Izquierda Unida, ni Compromís siquiera intentaron, esto es, poner de acuerdo a todos los partidos en su obligación de rendir cuentas de lo que hacen con el dinero de los contribuyentes", han afirmado desde el grupo naranja.