VALÈNCIA.- «Enamórate del problema, no de la solución». Así reza el mantra del israelí Uri Levine, fundador de Waze, una aplicación de tráfico extendida en todo el mundo. Una consigna que describe perfectamente lo que desprende el valenciano Damià Tormo (València, 1981) y su fijación por generar soluciones destinadas a enfermedades oncológicas y enfermedades raras. Emprendedor en serie, Tormo ha enfocado su carrera como investigador, empresario e inversor hacia este cometido, en un camino en el que ha fundado compañías como Hightlight Therapeutics (Valencia) o Artax Biopharma (Boston).
— Después de vender Bioncotech crea Artax Biopharma, ¿por qué?
— La monté en Boston y surgía del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La montamos allí porque era el desarrollo de un fármaco y, como había poca financiación en Europa, queríamos conseguir capital americano. De hecho, nada más montarlo, atrajimos a uno de los dos gurús de la biotecnología —Henri Termeer—, quien nos ayudó a levantar capital cuando en Europa era mucho más difícil.
— Fundan Columbus por la falta de financiación para el sector Salud.
— Hay tres bases para que una empresa sea exitosa. Una, que esté basada en el conocimiento; otra, que sean proyectos escalables —estamos en un mundo muy globalizado—, y la última, que haya un propósito y un beneficio social real. Ahí puedes atraer y retener talento, que es fundamental en cualquier proyecto. Y la financiación te vendrá con esto. Pero es cierto que sí que veíamos que España es un país más inmaduro en la financiación de este tipo de empresas. Y ahí es cuando decidimos montar Columbus Venture Partners, como una manera de poder financiar las empresas que impulsábamos nosotros, pero también compañías que podían montar otros con esa misma transferencia de conocimiento e investigaciones a la sociedad. Esto empezó hace cinco años con la idea de invertir en terapias disruptivas para enfermedades que, a día de hoy, no tenían una solución, y la otra mitad de los fondos están destinados a proyectos bioindustriales.
— ¿Por qué bioindustriales?
— Pensamos que son clave en la vertebración del país. Un proyecto de desarrollo de un fármaco lo pueden comprar y se llevan el fármaco. Si tú montas una fábrica de terapias avanzadas en España, eso genera muchos puestos de empleo y no te la puedes llevar. Genera un ecosistema que va vertebrando todos los negocios que hay alrededor, y es una parte fundamental a desarrollar.