VALÈNCIA (EP). Un estudio de la Universitat de València concluye que el 11,63 por ciento de la población ha sufrido acoso durante el transporte activo (desplazamientos a pie, en bicicleta o en silla de ruedas) y que esta acción es de una "marcada" desigualdad de género: las mujeres registran más del doble de casos que los hombres.
El artículo, publicado en la revista 'Journal of Transport Geography', centrado en las ciudades de València, Madrid, Barcelona y Sevilla, muestra que el acoso se produce mayoritariamente andando, especialmente en las mujeres (84% de los casos), en invierno y de noche, según recoge la entidad académica en un comunicado.
Por el contrario, entre las situaciones de acoso producidas en bicicleta, los hombres las han sufrido en un 16,2% de las veces frente al 4,5% de las mujeres.
Según explica la investigadora del grupo Actividad Física, Educación y Sociedad (AFES) Laura Antón, adscrita al Departamento de Didáctica y Organización Escolar y primera firmante del artículo, el acoso verbal "es el tipo más común entre las mujeres, mientras que entre los hombres se reparte entre el acoso verbal y visual". "Geográficamente, los casos tienden a agruparse en zonas céntricas y concurridas de las ciudades", concreta.
Desde el punto de vista urbano, el análisis geolocalizado revela que ciertos elementos del entorno, como pasos peatonales, parques, fuentes o zonas deportivas, se asocian a un mayor riesgo de acoso, por su carácter abierto y una alta afluencia de personas.
En cambio, zonas agrícolas o aparcamientos de motos se han identificado como de menor riesgo, lo que sugiere que la densidad de tránsito y el tipo de actividad influyen en la probabilidad de sufrir acoso. Además, al comparar, entre personas con y sin obesidad, hubo "diferencias significativas", ya que las primeras sufrieron más acoso que las segundas.
Iluminación y percepción de seguridad
Los datos del estudio, obtenidos mediante una encuesta a 1.788 personas, confirman también la importancia de la iluminación y la percepción de seguridad en el espacio público y la necesidad de integrar una perspectiva de género en el diseño urbano y las políticas de movilidad.
En el estudio también han participado Maite Pellicer Chenoll, José Devís Devís y Luis Millán González, del Departamento de Educación Física y Deportiva; y Xavier García Massó, del Departamento de Didáctica de la Educación Física, Artística y Música, ambos de la UV.
Por otro lado, la investigación revela que el miedo al acoso limita el uso de medios de transporte sostenibles y perpetúa desigualdades en el acceso equitativo a la ciudad. Por ello, Antón detalla que una planificación urbana "inclusiva y segura que reduzca las barreras psicológicas y materiales es clave para fomentar una movilidad activa, diversa y libre de violencia".
Asimismo, el acoso en la calle durante el transporte activo es bajo en comparación con el acoso en el transporte público o el acoso en la calle mientras se hace deporte. Este estudio forma parte del proyecto Prometeo 2021/026, financiado por la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo.