ALICANTE. Las medidas adoptadas para reorganizar los servicios de salud mental durante el estado de alarma han empeorado notablemente las condiciones en que los profesionales de la Marina Baixa prestan esta atención, según denuncia el sindicato médico CESM-CV. La declaración del estado de alarma por la covid-19 llevó al cierre del Centro de Especialidades Foietes de Benidorm, y al traslado de los pacientes psiquiátricos ingresados en el Hospital de la Marina Baixa al centro Dr. Esquerdo de Sant Joan d'Alacant.
Como consecuencia de estos cambios, según denuncia el sindicato médico más representativo de la Comunitat Valenciana, se ha "desmembrado la Unidad de Salud Mental", con psiquiatras y psicólogos trabajando en distintos lugares. Asimismo, critican las "condiciones de hacinamiento de los profesionales", que comparten espacio físico con la UCA, con los compañeros del SVB y los compañeros del Samu, en un "espacio reducido y estructuralmente deficiente, lo que favorece el potencial contagio entre los mismos".
El sindicato denuncia también que los profesionales de salud mental de la Marina Baixa trabajan en unas "deficientes condiciones higiénicas", ya que "no se dispone de lavabos en las consultas; sólo se dispone de un baño en toda la instalación, lo que dificulta el lavado frecuente de manos", una de las medidas de prevención esenciales frente a la pandemia. Además, alertan de la presencia de insectos como cucarachas, polillas o arañas, "más evidentes en el área habilitada para Enfermería donde se almacena la medicación, sin la refrigeración necesaria para el mantenimiento" de los productos.