VALÈNCIA (EP). El Hospital Clínico Universitario de València ha incorporado una línea de hospitalización domiciliaria en el Servicio de Pediatría que, de momento, cuenta con un pediatra y dos enfermeras con la previsión de incrementar los recursos.

Con esta nueva incorporación a la cartera de servicios, el Servicio de Pediatría del Hospital Clínico cuenta con todos los recursos disponibles como son la atención a las urgencias, hospitalización de escolares, área de oncohematología, UCI pediátrica y neonatal, hospital de día y hospitalización domiciliaria.

Se trata de un recurso asistencial que se encuentra entre la hospitalización convencional y la atención ambulatoria. La unidad presta asistencia de rango hospitalario a los pacientes pediátricos que, aunque no requieren de toda la infraestructura propia del hospital, sí de un seguimiento por una atención especializada.

Los y las niñas son atendidas y controladas por el equipo de profesionales en sus propios domicilios, con los beneficios que ello conlleva en la edad infantil, según ha informado la Generalitat en un comunicado.

La nueva línea de hospitalización domiciliaria ofrece atención a niños y niñas y adolescentes con patologías agudas, crónico-complejas, oncológicas y con necesidad de cuidados paliativos.

Entre las actuaciones generales, el equipo de profesionales realiza un seguimiento médico y de cuidados de enfermería, control de constantes, administración de tratamientos, pruebas complementarias, interconsultas con dos otras especialidades hospitalarias, etc. De esta manera, "se garantiza a los pacientes y sus familias una atención integral, integrada e interdisciplinar".

Tal y como ha explicado Cecilia Martínez-Costa, jefa de servicio de Pediatría del Hospital Clínico de València, "se trata de una nueva unidad que incorporamos al servicio y que permitirá prestar la atención y cuidados hospitalarios a los niños y niñas en sus propios domicilios rodeados de su entorno con todos los beneficios que ello conlleva".

"El ingreso en un hospital siempre supone cambios que pueden ser más acusados cuando se trata de niños y niñas, por ello, tener la posibilidad de que sean los profesionales los que se trasladen y les atiendan en sus propios domicilios va a contribuir a su calidad de vida y la de sus cuidadores", ha argumentado.