CASTELLÓ. La revolución de la propulsión espacial con combustibles verdes avanza a un ritmo inesperado en Europa y, en gran medida, lo hace desde Castellón. Arkadia Space, la empresa instalada en el aeropuerto de Castellón y especializada en sistemas de propulsión basados en peróxido de hidrógeno, ha dado en 2025 un salto cualitativo que la sitúa en la carrera por convertirse en referencia europea del sector. Su escalada se sustenta en tres pilares: una ampliación estratégica de infraestructura, la consolidación de contratos con grandes actores del ecosistema espacial y la validación en órbita de su tecnología.
La compañía ha culminado este año una de las expansiones más ambiciosas desde su fundación: la ampliación de su Test Center, el corazón operativo de Arkadia y la pieza que determina su competitividad en un mercado donde la capacidad real de ensayos marca la diferencia. La infraestructura ha pasado de 300 a cerca de 1.200 metros cuadrados, incorporando una sala de servidores, laboratorio de química, almacén de peróxido de hidrógeno, taller, sala de visionado y nuevas salas de control diseñadas para soportar un ritmo de desarrollo industrial. En paralelo, Arkadia ha construido su tercer banco de ensayos —el mayor hasta la fecha— destinado al desarrollo de motores bipropelentes de mayor empuje que combinan peróxido de hidrógeno con un segundo combustible verde desarrollado internamente.
“Esta ampliación no es solo crecimiento físico. Es una decisión estratégica para entrar de lleno en la fase comercial”, explica la compañía. La capacidad de Arkadia para diseñar, probar y validar motores en ciclos extremadamente rápidos se ha convertido en una de sus credenciales más sólidas ante clientes que buscan fiabilidad, autonomía técnica y tiempos de entrega competitivos. La expansión de la infraestructura ha ido acompañada de la incorporación de nuevo talento. Solo en 2025 la empresa ha sumado nueve profesionales en ingeniería, operaciones y áreas transversales. La previsión es seguir creciendo para dar respuesta al aumento de contratos comerciales que están llegando a la compañía en el último año.
Arkadia Space se encuentra en plena finalización de su primer contrato comercial: el suministro de motores para el sistema de guiado de actitud del cohete francés de MaiaSpace. Estos motores, responsables de las maniobras de corrección de trayectoria durante el despegue, cumplen ya con todos los requisitos técnicos y de entrega pactados. La empresa prevé anunciar próximamente nuevos acuerdos comerciales que, según confirma, reflejan el creciente interés del sector por alternativas verdes frente a los sistemas tradicionales basados en hidracina, un combustible altamente tóxico cuya sustitución es una prioridad estratégica para la industria espacial europea.
Año histórico: primer sistema de propulsión verde europeo en órbita
Pero si hay un hito que marca un antes y un después para la compañía, ese es el lanzamiento al espacio del primer sistema de propulsión europeo basado en peróxido de hidrógeno. En 2025, Arkadia no solo logró que su tecnología llegara a órbita; también completó con éxito todas las operaciones en vuelo, demostrando que su propuesta funciona en condiciones reales y no solo en banco de ensayos. La experiencia, que incluyó la operación en instalaciones de SpaceX y el llenado del sistema con personal propio, supuso un impulso técnico y emocional para todo el equipo. Este logro, señalan desde la empresa, ha reforzado la confianza del mercado y abierto nuevas oportunidades de colaboración institucional y comercial.
La Agencia Espacial Europea (ESA) sigue siendo un pilar clave para Arkadia Space. Su apoyo técnico e institucional ha permitido acelerar el desarrollo de motores críticos dentro de la hoja de ruta de la empresa. Los hitos de los contratos en curso avanzan según lo previsto y la compañía confía en anunciar nuevas colaboraciones en los próximos meses.
Para Arkadia, 2026 será un año de consolidación y, sobre todo, de escalado. La empresa aspira a dar un paso decisivo hacia su objetivo: convertirse en el líder europeo de la propulsión verde. “Introducir una tecnología completamente nueva en un sector tan conservador nunca es sencillo, pero cuando cumples tus promesas con datos, el mercado escucha”, afirman desde la compañía. Los retos del próximo año pasan por aumentar la capacidad de producción, reforzar el equipo, seguir validando tecnología crítica y consolidar su propuesta de valor en un momento clave: la industria empieza a demandar alternativas reales y seguras a la hidracina, y Arkadia quiere estar en la primera línea de esa transición.
Estar ubicado en el aeropuerto de Castellón no es anecdótico. La compañía destaca que disponer de un entorno con libertad y agilidad operativa para ensayos les permite trabajar a un ritmo difícilmente replicable en otras localizaciones. Esta ventaja competitiva se traduce en rapidez, control de calidad y una capacidad de iteración que les diferencia en un mercado donde los ciclos de desarrollo suelen ser largos y complejos.
