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Buch introduce critérios próximos al capital riesgo en la nueva política crediticia del IVF

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El conseller de Economía, Máximo Buch, prepara una reforma de la actividad crediticia del organismo público y lanzará microcréditos participativos para emprendedores y pymes con proyectos solventes que no encuentren financiación en los bancos

VALENCIA. La reforma del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) anunciada por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en el pasado Debate de Política General, introducirá criterios próximo s los fondos de capital riesgo en las líneas de crédito para emprendedores y pymes con proyectos de expansión.

El conseller de Economía, Máximo Busch, que conoce el terreno por su experiencia financiera previa (fue responsable del fondo de inversión Tándem), ha diseñado una reordenación de las líneas crediticias que el IVF tiene a disposición de las empresas para poder cubrir el hueco que han dejado los bancos, que mantienen cerrada prácticamente la concesión de préstamos.

Según lo anunciado por Fabra, el Banco para Emprendedores, como se refirió el presidente al IVF, profundizará en una modalidad destinada normalmente para empresas de nueva creación que tienen un proyecto viable pero que no disponen de avales suficientes para obtener fondos para desarrollardo. Se trata de los préstamos participativos, una modalidad de crédito que el IVF ya viene utilizando pero que ahora se generalizará.

Este tipo de préstamos son créditos en los que las empresas no deben aportar garantías. Su devolución suele estar condicionado a que la compañía a la que se financia tenga beneficios. La figura se adapta a la voluntad anunciada por Fabra de apostar por proyectos innovadores de emprendedores que frecuentemente se encuentran con las puertas cerradas en los bancos.

Su funcionamiento es, en algunos aspectos, similar la del capital riesgo o a los fondos de capital semilla. Tras estudiar las propuestas que se presentan, con un plan de viabilidad y hitos a conseguir durante la duración del crédito, se conceden los fondos. Si bien no se entra en el capital en un primer momento, sí se fija un porcentaje de toma de participación en la empresa en el caso en que el banco desee capitalizar la inversión. Además se marca el plazo en el que el banco debe decidir si capitaliza el préstamo.

Las peculiaridades de este tipo de préstamos, frente a los tradicionales, es que su devolución está vinculada a la evolución del negocio. En caso de que no funcione, además, los empresarios no deben devolver el dinero.

Sede del IVF

MICROCRÉDITOS

El objetivo que se ha marcado el IVF en esta nueva faceta de banco de emprendedores es otorgar fundamentalmente microcréditos que permitan a proyectos innovadores (no necesariamente de carácter tecnológico) ponerse en marcha. Las inversiones en este modelo no son grandes en los estadios iniciales y se incrementan a medida que es necesario nuevo capital.

En este sentido, el IVF promoverá la búsqueda de fondos de capital riesgo que puedan acudir a nuevas rondas de financiación de las empresas en las que participe.

Las cifras de inversión de los préstamos participativos oscilan entre varios miles de euros y medio millón de euros, aunque el IVF prevé que de este último tramo no se den muchos casos. La idea es llegar al número más amplio de emprendedores con el escaso dinero de que dispone.

100 MILLONES DE EUROS

Las nuevas líneas del IVF estarán dotadas con un centenar de millones de euros y, además de financiar a proyectos de emprendedores, también incluyen una destinada a financiar empresas que hayan superado un proceso de reestructuración con un plan de reclutamiento viable y que necesiten liquidez para ejecutarlo, así como una otra destinada a pymes consolidadas con proyectos solventes pero que no consiguen que los bancos les financien.

Con estas medidas, el IVF quiere cambiar su perfil. Tras años dedicándose fundamentalmente a prestar dinero a las empresas públicas, actividad que debe ir decayendo, según la promesa del Consell de que ya no se pueden endeudar, Buch ha atendido a las peticiones de los empresarios que han venido reclamando que el IVF sea un banco de empresas, al estilo del Instituto de Crédito Oficial.

El IVF mantendrá también sus competencias como emisor de deuda púbica.

 

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