VALENCIA. Los trabajadores de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa) siguen sin saber condiciones ni llegar a un acuerdo sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que acecha a la compañía. Los empleados y la dirección llevan casi un mes negociando, y apenas a una semana de que expire el ERE, la Conselleria de Turismo, Cultura y Deporte se ha reunido con los trabajadores para hablar sobre la futura gestión del complejo y el plan de viabilidad propuesto por el Comité.  

Los trabajadores intentan evitar 140 despidos y han presentado diversos estudios a la Generalitat Valenciana para intentar revocar lo que parece inevitable en la mayoría de empresas públicas valencianas, los despidos de forma masiva. Ambas partes no parecen estar de acuerdo en el resultado de la reunión. Desde la Conselleria, que ha tenido de portavoz al director de Proyectos Estratégicos, creen que la reunión ha sido satisfactoria para ambas partes pero los trabajadores parecen haber salido sin tener nada claro. 

“Han comprendido las razones que llevan al ERE” explican. Según fuentes de la Conselleria, los trabajadores han apostado por implicarse en la nueva gestión, que pasará por externalizar los servicios del conjunto de Cacsa, como ya hace con el Oceanográfic. Saben que quieren seguir la línea de gestión del parque acuático, actualmente en manos de la empresa Parques Reunidos, pero aún no tienen claro como se llevará a cabo.

Apuestan por realizar una privatización de la gestión, según explican, debido a la complejidad del conglomerado. “En el caso de que se muera un animal en el Oceanogràfic es necesario tener a una empresa fuerte para realizar estas gestiones, algo que es difícil que realice un trabajador de Cacsa”. Pero el objetivo de los trabajadores en la reunión era explicar a Cultura las propuestas del plan director, realizado por el Comité de Empresa con las propuestas del resto de compañeros donde se hacía referencia a una gestión integra de los edificios por parte de Cacsa.

EL 6 DE SEPTIEMBRE VOLVERÁN A REUNIRSE CON LA CONSELLERIA 

La presidenta del Comité de Empresa, Cristina Marco, sigue haciendo referenica a que con el cambio de gestión se ahorrarían más de 12 millones de euros, según explican, tres veces más que despidiendo a la mitad de la plantilla. Desde la Conselleria manifiestan que es cierto que la empresa es rentable, pese a que han manifestAdo causas económicas para llevar a cabo el ERE, por lo que los trabajadores piden que no se actúe con la inercia de las medidas generales. Según los datos aportados, la cifra de negocio de explotación del complejo es de 38 millones de euros al año. 

Según explican, la misión de los trabajadores de Cacsa es ayudar a construir una nueva Ciudad de las Artes y las Ciencias dentro de la oferta cultural de la Comunidad Valenciana. Lo que pretendían en la reunión era ponerse a disposición de la Generalitat Valenciana para ofrecer su experiencia y conocimiento al 'holding'. Además, insistieron en que ellos plantean un modelo de gestión austera, pero no quieren que los beneficios del complejo se queden en manos privadas.

El 6 de septiembre habrá una nueva reunión entre el Comité de Empresa y la Conselleria, un día después de que expire el tiempo de negociación del ERE. Según explican, la intención es crear una bolsa de trabajo en la que se recojan los trabajadores afectados por los despidos. Esta iniciativa pretende que los empleados puedan volver a la empresa si en unos meses la situación se recupera.