VALENCIA. Cemex ha anunciado este jueves la reorganización de su actividad en España que supondrá el cierre de varias cementeras, que quedarán reducidas a moliendas, y la paralización parcial de otras para adaptar su capacidad de producción a la demanda. Según ha comunicado la compañía, la planta de Buñol, sustituta de la histórica instalación de la extinta Valenciana de Cementos, será una de las afectadas por los paros parciales.

El 'plan Horizonte', que es como Cemex ha bautizado al plan, pretende poner freno a la pérdida "a marchas forzadas" de la competitividad de la compañía.

Para ello abordará siete líneas de actuación, entre las que destacan el nuevo modelo operativo de las fábricas. En concreto, se mantendrá la operación integral en las plantas de Morata de Jalón (Zaragoza), Lloseta (Baleares) y Alicante. La fábrica de Buñol (Valencia) operará de forma intermitente. Finalmente, las de Castillejo (Toledo), San Feliú (Barcelona) y Alcanar (Tarragona) se convertirán en moliendas.

Esta modificación afectará a la plantilla, con "un despido colectivo que afectará a 370 puestos de la organización". En concreto, el personal de la planta de Buñol, que asciende a unos 150 trabajadores, cuyo futuro está en el aire. Fuentes próximas a la empresa consultadas por ValenciaPlaza.com apuntan a que esa situación intermedia en la que queda Buñol no es un buen presagio para el futuro, si bien de momento no pierde su condición de fabricante de cemento, lo que supone un mayor valor añadido que el de una molienda. Cemes también v a a proceder a reorganizar la estructura societaria.

Desde 2007 el consumo nacional de cemento y sus derivados viene recortándose de forma alarmante año tras año, según Cemex. Comparando el consumo de 2007 con la mejor estimación para el 2012, que alcanza tan sólo los 1,.6 millones de toneladas, el desplome en todos los negocios se estima que ronde el 75%. Además, la perspectiva para 2013 no es mejor, con una previsión de consumo de entre 10 y 11 millones de toneladas.

Por el contrario, el comportamiento de los costes de producción ha ido en línea ascendente. Baste destacar como ejemplo los costes regulados de la tarifa eléctrica, que han subido un 120% en los cinco últimos años.

Cemex defiende esta decisión de reestructurar su negocio tras tratar de aguantar un escenario que ha llevado a sus principales competidores a aplicar medidas drásticas con varios meses de antelación.