VALENCIA. A los clásicos, también les alcanza el IVA. La última sala de sesión continua de Valencia, el Cinestudio d'Or, subirá sus precios a partir del lunes 3 de septiembre por efecto del incremento del IVA del 8% al 21%, después de 10 años manteniendo uno de las tarifas más baratas de España.
A través de su página en Facebook, los gestores del cine han anunciado a sus 5.234 seguidores que, debido a la subida de impuestos "perpetrada por 'los hombres de negro' (sois libres de ponerles nombres y caras)", se han visto obligados a modificar el precio de la entrada.
Desde la empresa se ha asegurado a ValenciaPlaza.com que la anterior subida del IVA, al igual que el IPC y el incremento de precios en las copias de las distribuidoras se ha podido compensar con un ligero el aumento de la afluencia de espectadores. De todos modos, han recortado sus márgenes y han tenido que posponer mejoras, como el cambio de la pantalla de la sala, "que ahora aún se tendrá que postergarse un poco más".
UNO DE LOS CINES MÁS BARATOS DE ESPAÑA
El Cinestudio d'Or, propiedad de la familia Fayos (también gestora del Teatro Olympia), era hasta ahora uno de los dos cines más baratos de España, según la asociación de consumidores Facua, con una programación de reestreno de dos películas de calidad. Esta característica ha hecho que mantenga una clientela estable que le ha permitido mantenerse desde su apertura en 1952, aunque sus actuales dueños tomaran la gestión 20 años más tarde.
Con el subida, el precio queda en 3,5 euros entre semana (menos el martes, día del espectador, que valdrá 3 euros) y el fin de semana, festivos y vísperas, en 4,5 euros. En todo caso, estas tarifas son muy inferiores a las de la media del sector, que ronda de los 6 a los 8 euros.
Actualmente, es uno de los pocos cines que se mantiene abiertos en la zona del Ensanche de Valencia tras el cierre de otras salas como los cines Metropol, Acteón, Tyris, ABC Martí, Goya o Avenida.
CAPTACIÓN DE NUEVOS PÚBLICOS
Clave en esta supervivencia ha sido, según fuentes de empresa, haber diversificado más allá de la clientela de barrio, la mayoritaria durante los años 70 y 80, y la captación de público joven y universitario que busca calidad pero, sobre todo, buen precio. A esta estrategia ha contribuido el boca a boca y las redes sociales, especialmente entre los espectadores entre 20 y 35 años.
Igualmente, se ha atraído a la sala a un público de 35 a 45 años que busca películas que han estado poco tiempo en los circuitos comerciales, o que no han llegado a estrenarse en Valencia, apuntan desde Cinestudio d'Or.
