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Claves y oportunidades en el mercado de M&A: salud, ocio, IA y relevo generacional centran el debate

  • Participantes de la mesa de diálogo sobre operaciones de M&A organizada por ValenciaPlaza y Anaford.
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VALÈNCIA. La actividad de fusiones y adquisiciones vive un momento de intensa transformación marcado por la incertidumbre política global, el encarecimiento de la financiación y la irrupción de nuevas tipologías de inversores. Así quedó reflejado en la mesa de debate organizada por Anaford y Valencia Plaza, moderada por el director del diario, Javier Alfonso. En ella participaron Enrique Lucas y Miguel Bolívar (Anaford), José Manuel de Bartolomé (MCH Private Equity), Julio Cobo (Implica), Ángel Manotas (Alantra), Pepe Peris (Angels Capital), Diego Benguría (Tresmares Capital), Josep Bono (Buenavista Equity Partners) y Roberto de la Cruz (Side Capital).

Los sectores más calientes: salud, alimentación, ocio e inteligencia artificial

En el repaso a las oportunidades actuales, el socio director de Implica, Julio Cobo, destacó que el sector salud y el de alimentación están concentrando un enorme interés por parte de los fondos. A ellos se unen segmentos en fuerte auge como el culto al cuerpo —gimnasios, belleza y bienestar— o incluso la seguridad y defensa, antaño considerados tabú. La inteligencia artificial es, según dijo, “el tema estrella”.

Cobo añadió que la actividad en transporte, agro y facility services ha sido intensa en los últimos años, y anticipó que esas tendencias se consolidarán.

El director general de Angels Capital, Pepe Peris, introdujo otro sector al alza: el ocio, “que era muy cíclico y ahora ha llegado para quedarse”. También señaló oportunidades en el ámbito fintech, sobre todo en medios de pago y servicios transaccionales tras la corrección del anterior boom.

Para el socio de MCH, José Manuel de Bartolomé, la clave es que “el gran movimiento del M&A va hacia la tecnología”, con la IA como catalizador global.

Una nueva normalidad de inestabilidad geopolítica

La incertidumbre geopolítica planea sobre toda la industria inversora. El managing director de Alantra, Ángel Manotas, fue contundente: “No hay nada peor que no saber cuáles son las reglas del juego”. Recordó que eventos como los aranceles de EE. UU. o las recientes elecciones han frenado la toma de decisiones hasta que se clarifican los escenarios.

El socio de Tresmares Capital, Diego Benguría, añadió que “llevamos cinco años en los que, si no es una cosa, es otra", por lo que el sector debe acostumbrarse a vivir en la incertidumbre.

Para Josep Bono, socio de Buenavista Equity Partners, esta volatilidad afecta más a exportadores de materias primas que a las pymes locales, pero sí ha condicionado la actividad de M&A: sin desinversiones no hay retorno a los inversores, y sin retorno no se puede comprometer más capital.

Desde Anaford, Miguel Bolívar subrayó que la incertidumbre “ha ralentizado los procesos, afecta a la tipología de contratos y retrasa la toma de decisiones”.

Además, los fondos afrontan un bloqueo en rotación de carteras, según explicó De Bartolomé: “Tenemos las inversiones más tiempo del que toca, lo que retrasa la devolución de capital. El volumen de operaciones secundarias está en máximos”.

El criterio determinante para un fondo: el equipo directivo y los socios

Cuando se preguntó por los factores que más pesan a la hora de invertir, quedó claro que hay un consenso total: el equipo directivo y los socios son clave.

“El equipo es lo más relevante”, afirmó Roberto de la Cruz, de Side Capital. “En un sector poco sexy, un equipo excelente puede hacer un deal extraordinario”.

Manotas coincidió y añadió que el comportamiento de los socios es igualmente determinante. Benguría fue aún más directo: “Te quedas en sus manos, deben ser competentes y fiables… y buena gente”.

Peris remarcó la importancia del fundador y De Bartolomé incidió en que, aunque el equipo sea bueno, “navegar en aguas turbulentas nunca es deseable”, por lo que buscan viento de cola y certidumbre.

Para Buenavista, Bono señaló que las mejores oportunidades están en mercados muy fragmentados, donde se puede consolidar posiciones: su firma ha realizado 14 adquisiciones directas y 45 adicionales para construir plataformas líderes.

Pymes sin relevo y el auge de los ‘search funds’

El debate abordó uno de los mayores retos del país: el relevo generacional. De la Cruz advirtió de una “ola histórica” de jubilaciones entre boomers que dejará miles de pymes sin sucesión. Para él, es “un océano de oportunidades”, aunque conlleva más riesgo por el tamaño y la menor profesionalización de estas empresas.

Varias intervenciones coincidieron en el crecimiento de los search funds, que Lucas definió como proyectos impulsados por profesionales del mundo financiero que buscan financiación de su entorno, adquieren una compañía, la gestionan y, posteriormente, la venden. Julio Cobo añadió que muchos proceden de escuelas de negocios y están formados por perfiles muy brillantes.

Manotas explicó el papel emergente de los independent sponsors, exdirectivos de fondos que buscan operaciones más grandes y no gestionan directamente la compañía.

Mientras que en contextos donde el empresario quiere salir por completo el search fund encaja mejor, Benguría recordó que hay escenarios donde el fondo entra como minoritario para garantizar continuidad y ordenar el relevo.

Lucas lanzó un mensaje al tejido empresarial: “El mercado ofrece soluciones distintas para casuísticas distintas. El mito del fondo como buitre ha hecho daño, pero la experiencia real suele ser positiva”.

Peris apuntó otra realidad: “Antes de elegir socio, las familias deben tener conversaciones incómodas. Si no se hacen antes, la experiencia será complicada. Y no se está trabajando suficientemente”.

La sostenibilidad como obligación creciente: presión de inversores institucionales

En cuanto al papel del ESG, De la Cruz explicó que el impulso no proviene tanto de los fondos como de entidades públicas e institucionales —EIF, ICO, IVF— que exigen criterios de sostenibilidad en sus vehículos.

De Bartolomé confirmó que “los inversores institucionales cada vez piden más”, y que ciertos capex vinculados a sostenibilidad aportan valor en la captación de fondos.

Bono recordó que muchas empresas han incorporado paneles fotovoltaicos por puro ahorro, pero cuando un fondo entra “obliga a mostrar una evolución positiva también en estos ámbitos”, especialmente en compañías que habían descuidado estos aspectos.

Cobo reconoció que muchas de las empresas adquiridas “van en patinete” en sostenibilidad, y solo cuando entra un fondo comienzan a mejorar.

Lucas advirtió que hay sectores donde esta carga burocrática tiene sentido, pero en otros es excesiva y recae sobre empresarios sin tiempo ni recursos.

La fase más conflictiva: el ‘due diligence’ y la avalancha de documentación

Uno de los consensos más claros fue que la fase más difícil en una operación es la preparación documental.

Lucas situó el cuello de botella en las primeras ocho semanas en las que el vendedor debe poner toda la información a disposición de los asesores. De Bartolomé insistió en que el empresario debe reflexionar si está listo y, sobre todo, elegir buenos asesores especializados.

Cobo explicó que muchas pymes viven su primer proceso de due diligence como un trauma: “He llegado a recibir 250 puntos de revisión solo en el área financiera de una Big Four”. Por eso preparan al empresario con un año de antelación.

Manotas alertó de que “el asesor de la gestoría tradicional muchas veces dinamita operaciones”. Miguel Bolívar añadió que muchos empresarios toman la decisión emocionalmente, pero luego se encuentran con un proceso que no saben gestionar.

Para De la Cruz, es clave tener un buen asesor legal que acompañe al vendedor y le recuerde que “hasta el día uno sigue siendo su empresa y debe responsabilizarse”.

Lucas explicó que el reto de los asesores es calmar los nervios en una fase muy emocional, en la que “para un empresario vender puede ser como matar a su hijo”.

De Bartolomé señaló que sus propuestas incluyen ya dinámicas de gobernanza para evitar sorpresas: “Lo que no puede ser es llegar al contrato y que al empresario le explote la cabeza”.

El valor de un asesor especializado y el papel técnico de los abogados

En este punto, Lucas alertó de que ciertos asesores fijan la atención en aspectos irrelevantes que bloquean operaciones. Benguría destacó el ejemplo del derecho de arrastre: “No se ejecuta jamás en España, pero un asesor no especializado puede asustarse”.

Manotas defendió que muchos aspectos técnicos se negocian mejor directamente entre abogados, y Peris reconoció que para muchos fundadores “firmar contratos tan complejos les saca completamente de su zona de confort”.

Bolívar insistió en que el asesor de confianza del empresario puede ser útil como figura de apoyo emocional, pero debe complementarse con especialistas en M&A.

Valoraciones, tipos de interés y negociación de múltiplos

Preguntados por el impacto del encarecimiento de la financiación, Bono recordó que la menor disponibilidad de deuda obliga a aportar más equity o a ajustar precio. Sin embargo, señaló que también han surgido más instrumentos de deuda flexible que permiten cerrar operaciones que antes no eran posibles.

De Bartolomé explicó que el valor real de una empresa se basa en su proyección a cinco años: “El múltiplo de EBITDA es un resultante de las expectativas”. Sectores con fuerte crecimiento justifican múltiplos altos; otros no.

Manotas fue claro: “Los múltiplos son ficción; el comprador usa uno y el vendedor otro”.

Cobo añadió tres variables clave en cualquier valoración: margen EBITDA, conversión en caja y concentración de clientes o proveedores.

Empresas medianas y profesionalización creciente

Cobo apuntó que el empresario está “mucho más formado que antes”, mientras que Manotas aseguró que el sector está “hiperprofesionalizado”. Peris coincidió: “Ha subido muchísimo el nivel”.

Previsiones para 2026: desinversiones obligadas y un año muy activo

Cobo anticipó un 2026 muy positivo, salvo que surja una nueva incertidumbre global, con tipos razonables y escenarios más claros. Manotas recordó, irónicamente, que “llevamos tres años sin presupuestos y aquí no pasa nada”.

Lucas prevé un año de gran actividad por los retos generacionales y por la entrada de industriales con gran apetito comprador en la Comunitat.

Manotas añadió que 2026 debe ser bueno para el private equity: “Llevamos casi cinco años sin desinversiones. O lo hacemos o no sobreviviremos como sector”.

Interés foráneo: agro, industrial y un mercado que ya representa más del 10% del M&A nacional

De Bartolomé situó el atractivo regional en torno al agro, la industria y el universo Mercadona, y recordó que existen entre 25 y 30 compañías target en la Comunitat. La región ya representa “más del 10% de las operaciones de private equity en España”, cuando hace unos años no llegaba al 2%.

Bono confirmó que 2024 ha sido un año récord para Buenavista en devoluciones y anticipó varias operaciones en la Comunitat. Lucas mencionó el creciente interés del capital norteamericano por el entretenimiento, aunque en Valencia “es más difícil”.

El debate terminó con una reflexión sobre el sector del fútbol como uno de los más interesantes y activos en este tipo de operaciones. “Ahí el componente emocional puede hacer difícil que la afición entienda algunas decisiones”, indicó De Bartolomé.

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