VALENCIA. La Generalitat parece dispuesta a empezar a rodar el aeropuerto de Castellón. "Vamos a ponerlo en marcha lo antes posible" manifestaba el vicepresidente, José Císcar. La intención es acabar de tramitar las autorizaciones y certificaciones para que se pueda abrir, aunque no se encuentre comprador para la empresa Aerocas.
Pero, ¿cuál es la clave para ponerlo en valor? Expertos en el sector, apuntan a que la mejor opción es definir el producto que se va a ofrecer y el perfil de viajero por el que se va a optar, y en este caso apuestan por la atracción de turistas rumanos. La mayor comunidad de rumanos en la Comunitat no se encuentra en Valencia, sino en Castellón.
El aeropuerto nació para dar servicio a Marina d'Or y al tráfico del negocio, pero sobre todo tenía la intención de llenar las costas de Castellón. Una situación similar se dio con el de Ciudad Real, que fue diseñado para dar servicio al complejo de casinos Don Quijote. También sería factible intentar hacerse con el mercado ruso. "Está muy virgen" apuntan los expertos."Si tu diseñas un producto con rusos y te trabajas a sus turoperadores, es fácil venderles la costa valenciana".
EFECTIVIDAD DEL MODELO EN OTRAS CIUDADES
Este razonamiento viene precedido de experiencias en otras ciudades españolas. En Palma de Mallorca se creo un turismo diseñado para alemanes y las empresas Tui, Condor y Air Berlin han trabajado con el turismo alemán. El aeropuerto de Reus ha captado sobre todo al turismo británico mientras que a Formentera e Ibiza ha llegado el italiano. En Alicante también se ha trabajado mucho con turistas nórdicos.
"El problema del aeropuerto de Castellón es que tiene dos 'aeropuertos sombra' muy cercanos con una densidad de tráfico elevados y que pueden competir con guerra de precios" apuntan. Pero destacan que en España no hay un problema de densidad de aeropuertos, sino que hay una sombra muy establecida.
La única solución que tiene el aeropuerto para atraer aerolíneas es canalizar pasajeros de Valencia y Reus, pero no es sencillo, explican los expertos, salvo con incentivos poderosos. Al ser un aeropuerto privado, y no perteneciente a AENA, puede jugar con bajar el precio de las tasas. No obstante, no debería intentar realizar estas operaciones con operadores como Easy Jet o Vueling. "Podría barajarse a Ryanair, pero no solo habría que bajar las tasas, sino también darles dinero". Entre las compañías a tener en cuenta podrían encontrarse algunas más pequeñas como Wizz-Air.
Respecto a las contrataciones por parte de la Generalitat para ir cubriendo los servicos, puede ser algo fácil. Los aeropuertos pueden subcontratar todos los servicios, apuntan los expertos. Por ejemplo, tiene que adecuar los horarios de los vuelos establecidos con las torres de control de otros aeropuertos españoles. En el caso de los bomberos, las horas variarán en función de las horas que se encuentre abierto. "Como sus gestores son privados, pueden optar a fórmulas de flexibilización horaria y laboral".
OTROS POSIBLES USOS
Respecto otros posibles usos, los expertos apuntan a que no sería conveniente que se transformara en un aeropuerto de mantenimiento porque ya se utiliza el de Cuatro Vientos de Madrid. Tampoco tendría mucho sentido que fuera utilizado como un aeropuerto de desguace de aviones, ya que tiene muy cerca el de Caudé, situado en Teruel. También cabe la posibilidad de transformarse en una aeropuerto de prácticas para pilotos, como lo es el de Huesca -Pirineos, aunque apuntan a la baja utilización de las infraestructuras.