VALENCIA. El terremoto de Japón, pese a la tragedia humana que supone, puede significar una oportunidad de negocio para las empresas españolas. Con estas palabras se refirió ayer el presidente de las Cámaras de Comercio, Javier Gómez-Navarro en una entrevista. Las compañías valencianas consultadas, que lamentaron el desastre acaecido en el país nipón, aseguraron estar de acuerdo con Gómez-Navarro.

"Los conflictos también generan oportunidades,. Hay que reconstruir Japón y las empresas españolas de infraestructuras, situadas entre las principales a nivel mundial, van a poder participar", explicó Navarro, quien añadió que el terremoto hará que los países asiáticos "pierdan el miedo" al déficit público.

Como señalaron fuentes de Porcelanosa, que tiene tres empleados en el país en trabajando en la Sociedad Porcelanosa Japón, la situación del país puede revertir sobre la empresa de dos maneras diferentes. O, dentro de lo malo, les afectará de forma positiva por las reformas que necesitarán para reconstruir las ciudades afectadas en la zona este de la isla, o por el contrario, les perjudicará si las inversiones se resienten.

El fabricante de cerámica, presente en más de 100 países, no produce en Japón y el volumen de venta en el país no es tan significativo como para poder hacer un balance una semana después del desastre. Como contaron desde la empresa, el problema lo tienen en Libia, donde las cargas se han bloqueado y los retrasos en las entregas podrían suponer entre un 25 y un 40% de las ventas en dicho mercado.

"Claro que es una oportunidad", afirmó Rafael Ferrando, presidente Cierval. Según la patronal valenciana es el momento de que las empresas se posicionen para que, una vez pasado lo peor y el país necesite mano de obra para reconstruir las zonas afectadas, estén listos para entrar en el mercado.

Esta misma opinión la comparten la patronal de la cerámica, Ascer, y Femeval, la federación valenciana de empresas del metal. "En la asociación no nos hemos planteado nada de momento porque para nosotros Japón está en la posición 90 de nuestro mercado. Sin embargo, y dentro de la tragedia que ha supuesto el terremoto, podría ser beneficioso para nuestra industria", afirmaron fuentes de Ascer.

CIERRE DEL IVEX

Por su parte, desde Femeval destacaron que aunque sus mercados internacionales prioritarios eran, hoy por hoy, México, Turquía, Marruecos e India, no descartaban entrar en Japón. El grupo de infraestructuras Acciona tampoco desecha la idea de desembarcar en la isla nipona.

A diferencia de las empresas que buscan oportunidades en Japón, el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) de la Generalitat decidió cerrar su oficina el pasado martes en Tokio tras los daños registrados en los reactores nucleares de la central japonesa de Fukushima.

El delegado del Ivex en Tokio, Carlos Montero, se trasladó al sur del país, a mil kilómetros al sur de Tokio, así como la administrativa de la oficina valenciana. Según explicaron fuentes del Ivex, el equipo instalado en Tokio permaneció, el pasado viernes, refugiado desde el inicio del terremoto en su oficina del barrio de Minato.