VALÈNCIA. Es difícil pensar que de un desastre como la Dana del 29 de octubre pueda surgir algo más que pérdidas y dolor. Pero de aquellas aguas que arrasaron hogares y fábricas en la provincia de Valencia, también brotó un ejemplo de apoyo mutuo entre empresas que, desde el gremio de la música, han demostrado que la cooperación no sólo puede salvar una empresa, sino que puede contribuir a la resiliencia de toda una industria local.
En Algemesí, las aguas anegaron por completo las instalaciones de Hidrau, histórica firma dedicada a la fabricación de banquetas de piano con medio siglo de trayectoria. En cuestión de horas, la empresa perdió el 100% de su maquinaria y de sus stocks, valorados en 1,5 millones de euros. El futuro de la compañía, que se disponía a celebrar su 50 aniversario, quedó en el aire.
La llamada de auxilio encontró respuesta a pocos kilómetros, en Muro de Alcoy. Allí, Alhambra Guitarras, con 60 años de historia como referente en guitarras españolas, decidió actuar. "Al día siguiente de la catástrofe llamamos a proveedores, colaboradores y empresas amigas para saber cómo estaban", recuerda su director general, Valerià Torregrosa. "Cuando supimos lo mal que estaba Hidrau, nos ofrecimos. Primero fue ayuda y solidaridad; después, colaboración".
Maquinaria prestada y empleos salvados
Pero, ¿cómo puede una empresa que fabrica guitarras ayudar a otra de banquetas de piano? Las claves fueron ceder las instalaciones, adaptar su maquinaria y, además, ceder técnicos que ayudaron trabajando en turnos nuevos que se pusieron en marcha para que Hidrau pudiera solventar la campaña de Navidad.

- La nave de Hidrau tras recuperarse de la Dana. -
Las máquinas de Alhambra, reprogramables, pudieron adaptarse a la producción de piezas para banquetas de piano en tiempo récord. “Cedimos nuestras instalaciones y nuestras máquinas, y hasta nuestros técnicos ayudaron, porque parte de la plantilla de Hidrau estaba indispuesta en ese momento”, relata Torregrosa.
Así, en apenas unas semanas, Hidrau consiguió retomar su actividad. "Posiblemente nos hayan fabricado cerca de 3.000 banquetas en los siete u ocho meses que llevamos colaborando", explica su managing director, Raúl Romera. Esa producción permitió salvar pedidos por valor de 350.000 euros, aproximadamente un 15% de la facturación anual de la compañía. "La ayuda de Alhambra ha sido vital para la continuidad de Hidrau en el mercado", afirma.
Una alianza que perdura
Lo que empezó como un gesto de emergencia ha derivado en una colaboración estable. Hoy, Hidrau sigue confiando en Alhambra para parte de su producción: en Muro de Alcoy se cortan y preparan las piezas de madera, que después se terminan en Algemesí. "De una desgracia ha surgido una sinergia muy bonita", resume Torregrosa.
El esfuerzo no fue menor. La empresa guitarrera tuvo que reorganizar turnos, abrir sus puertas en Navidad —cuando normalmente paran desde el 21 de diciembre hasta el 7 de enero— e invertir horas extra para ayudar a cumplir los compromisos de su compañera de gremio. "Fue un reto para nuestros técnicos, que tuvieron que crear útiles y adaptar programas para lograr un proceso de alta calidad en un tiempo récord", explica.

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"En Alhambra siempre hemos creído que el valor de una industria reside en su gente y en su capacidad para apoyarse mutuamente. La música nos une, pero la adversidad nos hizo más fuertes", apunta Torregrosa. Por su parte, Romera recuerda que, aunque Hidrau ha vuelto a la casi normalidad, siguen esperando la indemnización del Consorcio de Seguros. "El cobro del seguro es vital para terminar la reconstrucción", indica.
De la Dana que arrasó instalaciones y hogares nació una alianza que mantiene viva la fabricación artesanal de banquetas de piano once meses después de las virulentas riadas que amenazaron con hacer desaparecer este taller de Algemesí. "Lo que empezó como ayuda ahora es colaboración. Ellos nos dicen el diseño que quieren y nosotros fabricamos. Luego se envían a las instalaciones de Algemesí y allí las terminan. Nosotros trabajamos el corte de la madera y la creación de las piezas de montaje", explica Torregosa, quien insiste en la dimensión de los daños materiales que sufrió Hidrau: "Una modulera cuesta medio millón de euros, pero lo peor es que hasta dentro de ocho meses no te la sirven".
En un sector manufacturero que lucha contra la deslocalización hacia Asia, la unión de estas dos empresas valencianas demuestra que la colaboración puede ser la clave para resistir. "Ha sido un granito de arena, pero hemos ayudado a una empresa que para nosotros es muy importante", dice Torregrosa, quien, junto a Romera, destacan que la historia cobra un simbolismo especial este 2025, puesto que Alhambra celebra su 60 aniversario e Hidrau su medio siglo de vida. Dos trayectorias centenarias que, sumadas, defienden el peso de la industria musical valenciana.