VALÈNCIA. La Cámara de Comercio de Valencia ha presentado un informe de balance sobre la recuperación empresarial en la denominada zona cero de la DANA, justo un año después de las inundaciones que afectaron gravemente a catorce municipios valencianos.
El documento analiza la situación actual del tejido productivo —tanto industrial como de servicios— y plantea una serie de medidas para alcanzar la plena recuperación económica, y demuestra que la recuperación está siendo, por diferentes factores, desigual entre industria y servicios
El informe, elaborado a partir del consumo eléctrico, afiliaciones a la Seguridad Social y encuestas empresariales, confirma que “sí ha habido una recuperación” en el sector industrial, con niveles de actividad “muy próximos” a los previos a la catástrofe. En cambio, la recuperación de la economía urbana —principalmente el sector servicios— “está siendo más lenta, aunque positiva”, según explicó el técnico de la Cámara, Amadeo Aznar.
Actualmente, el 85 % de las empresas ubicadas en los polígonos industriales de los municipios afectados se encuentran activas; un 5,8 % cerraron a causa directa de la Dana y un 9,2 % por otros motivos.
Fondos y ayudas: una recuperación “de equilibrio frágil”
La Cámara de Comercio califica la recuperación de este año como un proceso sostenido en un “equilibrio frágil” entre fondos propios, compensaciones de seguros, donaciones empresariales y ayudas públicas. Pese a ello, advierte que “ninguna de estas fuentes de financiación ha sido suficiente por sí sola”.
Las donaciones privadas —económicas y materiales— fueron “decisivas” en las primeras semanas posteriores al desastre, mientras que las ayudas públicas se tramitaron “con una celeridad sin precedentes en España y Europa”.
Las compensaciones del Consorcio de Compensación de Seguros, aunque demoradas, se consideran “uno de los pilares del relanzamiento”. Aun así, el 12,9 % de las empresas afectadas no han recibido aún la compensación, el 71,5 % ya han sido atendidas y el 15,6 % se encuentran en fase de pagos a cuenta. Cuatro de cada diez compañías siguen esperando alguna de las ayudas solicitadas.

- Imagen de archivo del polígono de La Estación de Paiporta tras la Dana -
- Foto: KIKE TABERNER
La entidad propone ahora ampliar un año más la vigencia del Plan Endavant para que los ayuntamientos afectados puedan ejecutar los fondos comprometidos por las distintas administraciones. Además, solicita reforzar el plan con más personal técnico local, impulsar la colaboración público-privada y crear una plataforma supramunicipal de gestión.
Industria: necesidad de apoyo directo
En el ámbito industrial, la Cámara reclama ayudas directas para la modernización, la compensación por lucro cesante y la mejora de infraestructuras en los polígonos. También pide agilizar los pagos del Consorcio de Seguros.
Patricia Muñoz, presidenta de la Federación de Parques Empresariales de la Comunitat Valenciana (Fepeval), advierte de que “el estado de las áreas empresariales sigue siendo precario. Las actuaciones de reconstrucción son de tal envergadura que, aunque entendemos las dificultades, así no podremos continuar mucho más tiempo”.

- Polígono industrial de Riba-roja de Túria, tras la Dana. -
- Foto: AYUNTAMIENTO DE RIBA-ROJA DE TÚRIA
Servicios y comercio: la recuperación más lenta
En el sector servicios y el pequeño comercio, la Cámara subraya la necesidad de mejorar la accesibilidad y el estado de las vías en zonas comerciales, así como de impulsar un Plan de Embellecimiento Urbano que devuelva atractivo a los espacios comunes y favorezca la movilidad y logística urbana.
Según los datos, el 70 % de los negocios urbanos han reabierto un año después de la Dana, un 10 % permanecen en obras y un 20 % continúan cerrados.
“El apoyo a empresas y familias sigue siendo esencial para recuperar los ejes comerciales de las zonas afectadas”, señala Borja Ávila, presidente de la Comisión de Comercio Interior de la Cámara. “Es necesario mantener líneas de préstamos y fondos ICO”.

- Un comercio afectado por la Dana. -
- Foto: ALEJANDRO MARTÍNEZ VÉLEZ/EP
De media, cada negocio afectado ha sufrido pérdidas de unos 61.000 euros, con la mitad de los casos situándose entre 30.000 y 100.000 euros.
Finalmente, la Cámara subraya la importancia de restaurar la renta familiar y el bienestar social, reforzando los servicios de asistencia psicológica y recuperando espacios públicos de valor simbólico como parte del proceso de reconstrucción económica y emocional.