VALENCIA. El Centro de Cálculo que durante décadas ha controlado el negocio primero de la Caja de Ahorros de Valencia y después de Bancaja está apagando sus ordenadores. El edificio del Cemeco, ubicado en la avenida Cardenal Benlloch, construido a finales de la década de los 60, dejó de tener sentido este fin de semana, cuando toda la plataforma informática de la entidad financiera valenciana se incorporó a la de Bankia, lo que en la práctica, supuso incorporarse al sistema de gestión que tenía Caja Madrid y que ahora usan las siete entidades que forman el grupo.
La nueva estructura informática de Bankia se concentra en Madrid y el equipo informático también. Los 191 empleados que ahora prestaban sus servicios en el Cemeco "serán reubicados en la red comercial de las oficinas", según han explicado esta mañana los nuevos máximos responsables del negocio de Bankia en la Comunitat Valenciana, Antonio Soto, director de Negocio y responsable de particulares, y José María Martínez, director de Empresas.
La decisión de echar el cierre al Cemeco, al margen de los simbólico, también tendrá consecuencias precisamente sobre el personal afecto al centro, especialmente para algunos empleados que entraron en este centro de trabajo en calidad de expertos informáticos. Su transformación en comerciales para reubicarse en la red requerirá una formación adicional para unos empleados que han dedicado su vida profesional a desarrollar una plataforma informática propia que ahora queda en desuso.

Respecto al edificio del Cemeco, que fue remodelado hace unos nueve años, de momento no hay tomada una decisión sobre su uso futuro. El bajo lo ocupa una oficina, que se mantendrá, pero el resto del inmueble irá vaciándose poco a poco, como ha ocurrido con otros edificios propiedad del grupo Bankia y que, con la concentración de servicios, se han ido quedando vacíos y a la espera de que algún inversor esté dispuesto a comprarlos por un precio que el grupo considere razonable, algo que en estos momentos de crisis parece complejo.