VALENCIA. "Como no podía ser de otro modo", que diría Eduardo Zaplana, el nuevo presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no ha podido sustraerse al embrujo del color verde, el eléctrico color verde Iberdrola que abduce a las corbatas de los directivos y consejeros de la empresa en cuanto se acercan a sus actos e instalaciones. Fabra, fiel a sus antecesores y a los tradicionales y estrechos lazos de unión entre los dirigentes de la Generalitat y del PP con la gran compañía eléctrica española, que cuenta en el territorio valenciano con la tercera parte de su negocio nacional, se colocó la corbata verde -faltaría más- y la sacó a pasear.
Sin embargo, no cayó en el detalle, o no fue invitado a hacer lo propio, el nuevo conseller de Economía, Enrique Verdeguer, quien desconocedor de tal costumbre, se paseó con una distante corbata azul a rayas, más cercana a Endesa que a cualquier otra cosa. Allá él...