VALENCIA (VP/EFE). El puerto de Castellón ha reducido su flota pesquera un 43 por ciento en una década, en la que ha pasado de las 110 embarcaciones del año 2000 a las 63 operativas en 2009, según ha explicado el secretario de la Cofradía de Pescadores San Pedro del Grao, Manuel Albiol.

Esta "caída en picado" de las barcas dedicadas a la pesca de arrastre, cerco y trasmallo ha ido ligada ineludiblemente a un descenso del número de personas empleadas en el sector, ha apuntado Albiol.

Hace diez años, la flota pesquera del Grao contaba con 650 tripulantes, frente a los 365 que seguían dedicándose a la pesca en 2009.

Según el secretario de la Cofradía de Pescadores San Pedro, esta tendencia a la baja tiene su explicación, por un lado, en el hecho de que "la gente no le encuentra rentabilidad al mar" y, por otro, en la política de ayudas de la Unión Europea (UE) para la paralización definitiva de las actividades pesqueras.

Como ha indicado Albiol, a estas subvenciones pueden acogerse "hasta 2013" aquellos buques pesqueros que cumplan determinados requisitos de antigüedad y persiguen ayudar a su propietario a desguazar el barco, con el objetivo, "según dicen desde la UE", de reducir la flota y "mantener la viabilidad del sector".

A su juicio, el futuro de la pesca se observa con "gran preocupación" porque "da la sensación de que las normativas europeas, en lugar de apoyar al sector, van a hacerlo desaparecer, cuando lo que tendrían que hacer es ayudarle a salir de la crisis".

Asimismo, ha señalado además que entre las principales reivindicaciones del sector figura la necesidad de "revalorizar los precios del pescado" porque "existe mucha competencia desleal, nuestros productos no tienen precio en el mercado". "Este es, según mi punto de vista, el principal hándicap", según Albiol.