En solo un año ha cerrado un tercio de los locales de la galería comercial y grandes firmas como Inditex se marcharon tras la libertad para abrir en festivo en Valencia 

VALENCIA. Al filo de la navaja. Los comerciantes de la galería del Centro Comercial Gran Turia de Xirivella han demandado al Ayuntamiento del municipio que dé su brazo a torcer y permita la liberalización del suelo del complejo para que sea calificada la zona como turística y pueda demandar a la Generalitat el permiso para abrir en domingos y festivos.

La libertad de horarios establecida en la ciudad de la Valencia para un buen número de centros comerciales del término municipal hace un año ha sido un mazazo para los competidores del entorno inmediato, pero dependientes de otros consistorios. Éste ha sido del caso del parque comercial de Alfafar, Bonaire y, especialmente, Gran Turia, situado en la trama urbana de la capital pero sin acceso a las ventajas de estar unos metros más al este.

Como han denunciado los pequeños comerciantes del complejo ante el Ayuntamiento y distintos colectivos sociales del municipio, un tercio de los establecimientos han cerrado en el último año, reduciendo la oferta de 90 a 60 tiendas. Actualmente, el centro mantiene 300 puesto de trabajo, después de prescindir de 200 empleos y dejar de ingresar dos millones de euros. 

Igualmente, el fondo de inversión internacional Corio, propietaria del complejo, no ha iniciado la ejecución de las obras que tenía previstas para el primer semestre de 2014 hasta que no cambie la situación.

CIERRE EN CUATRO MESES

Fuentes del complejo reconocen que la previsión es que, si todo sigue como hasta ahora, el centro no pueda superar el verano y tenga que cerrar. De este modo, Gran Turia sería el primer gran centro comercial del área metropolitana que cese en su actividad desde la implantación de este modelo de negocio en España a finales de los años 70.

El impacto económico en el municipio de Xirivella es una de las repercusiones de las que advierten los comerciantes del centro a los colectivos ciudadanos e incluso ante la Asociación de Comerciantes y Profesionales de Xirivella, la principal opositora a esta alternativa, con la que prevén encontrarse el próximo jueves.

Para aligerar tensiones, los comerciantes de Gran Turia seguran que sólo un 5% de vecinos de Xirivella van a comprar al centro comercial, en su mayoría del barrio de la Luz, por lo que consideran que la apertura no perjudicaría al pequeño comercio urbano.

Además, están intentando trasladar en el municipio que el cierre en domingo no sólo resta los ingresos que se pudieran generar ese día, sino que hace cambiar las rutinas de los clientes. Si un usuario empieza a acudir a otro centro los domingos, pronto repite otros días, perdiendo la fidelidad que mantenía con su antiguo establecimiento de referencia.

LOS AYUNTAMIENTOS, A LA EXPECTATIVA

En esta polémica, la mayoría de los ayuntamientos valencianos están a la expectativa y prefieren que se alcance un acuerdo entre los comerciantes del municipio enfrentados que entrar en litigio con los del casco urbano, mayoritariamente contrario a la liberalización de horarios. Más aún a un año vista de las elecciones municipales.

En algunos casos, como el del centro Alcampo de Alboraia, ha sido la Generalitat la que ha tomado cartas en el asunto y ha celarado el centro como Zona de Relevancia Turística, que lleva implícito el permiso para abrir en festivo, pese a la oposión del consistorio a la liberalización de horarios. Esta medida está sobre la mesa para el Ikea de Alfafar, en torno al que las tensiones han ido a mayores, al oponerse el alcalde del municipio a que se se tome una medida similar en su municipio.