VALENCIA. La Asamblea General de Bancaja ha aprobado, en la sesión celebrada ayer, las cuentas anuales y el Informe de gestión del Grupo de 2009. Tras repasar el difícil escenario económico en el que se ha movido el sector financiero desde que comenzó la crisis, hace más de dos años, el presidente de Bancaja, José Luis Olivas, puso en valor “los objetivos alcanzados por la Entidad en 2009, ya que se han realizado en uno de los entornos más complicados de la historia de la Caja”.

"Bancaja no se halla inmersa en estos momentos en ningún proceso de fusión ni de constitución de SIP con ninguna otra caja de ahorros. Tenemos tamaño suficiente para competir y ser viables, nuestros recursos propios de primera categoría se encuentran en niveles adecuados y nuestro ratio de solvencia es de los más altos del sector", explicó Olivas.

"Por tanto -añadió Olivas- nuestra voluntad es mantener el actual proyecto, adaptándolo a los nuevos entornos que durante los próximos meses irán surgiendo y estar abiertos a cualquier operación que pueda surgir en el futuro, pero siempre tomando las decisiones en función del interés y rentabilidad que ofrezcan a nuestra Entidad".

Unas previsiones que el presidente de Bancaja encuadró dentro de un escenario para el sector de "debate muy profundo y trascendental sobre el Futuro de las cajas de ahorros". Por una parte, la reforma de la Ley de Órganos Sectores de las Cajas de Ahorros y, por otra, la aprobación de Basilea III, que abordará las nuevas exigencias de capital para el sector financiero.

"La primera reforma debe abordar los cambios necesarios en la estructura de capital de las cajas, para que podamos cumplir las exigencias que se nos marcarán en la segunda reforma, lo cual, además de provocar un profundo debate sobre nuestro futuro, marcará las pautas que tendremos que seguir en los próximos Años", anticipó Olivas.