VALENCIA. José Monzonís, exsecretario autonómico de Industria y Energía, acaba de incorporarse a la Federación de Industrias del Calzado de España (FICE), donde el próximo otoño asumirá la presidencia ejecutiva. Actualmente está elaborando el nuevo plan de negocio para la patronal de este sector que sólo en 2014 exportó productos por valor de 2.640,5 millones de euros, un 17% más que el ejercicio anterior. Ingeniero Industrial por la UPV, Monzonís tiene una amplia experiencia en el sector privado previa a su paso por la administración en empresas químicas (UBE) y de servicios (Acciona).
-¿Qué ha aprendido de su paso por la administración?
Supongo que a ser algo más prudente, paciente y perseverante; la sociedad exige a los ejecutivos de cualquier administración que tengan una gran capacidad de gestión sin reflexionar suficiente que su organización y estructura están mucho más pensadas para administrar (se administran recursos) que para gestionar (se gestionan personas). Se que hoy en día es nadar contracorriente decir que he tenido la suerte de convivir con extraordinarios funcionarios en Economía y con compañeros en el Ejecutivo que han hecho todo lo posible por hacer las cosas lo mejor que podían.
Cuando se gestionan personas hay que tener capacidad para fijar objetivos y premiar comportamientos, esto es muy difícil en la administración. En la administración no hemos encontrado sistemas de incentivos que premien la productividad. El concepto de gestión moderno es distinto; los sistemas internos organizativos de la administración no son los óptimos para gestionar personas.
-¿Volvería a formar parte de un gobierno?
Siempre he pensado que a los ejecutivos deben llegar profesionales con conocimientos, acostumbrados a gestionar en diferentes campos de las actividades socioeconómicas. De igual modo que me gusta pensar que las profesiones liberales deben ser un buen campo de abono para cubrir los puestos Legislativos sin perder el contacto directo con los electores. Incorporarse temporalmente al servicio público debería ser reconocido socialmente... pero estos últimos años no han ayudado precisamente. Espero que como sociedad sepamos reconducir las cosas no sólo en el campo económico sino también político. Un país debe tener buenos dirigentes y ser reconocidos por sus ciudadanos.
-¿Están bien pagados?
No se trata tanto de pagar mejor o peor. Lo importante es que la estructura de costes de personal en una organización sea razonable, con diferencias salariales razonables entre los distintos niveles.
-¿Cómo valora los primeros pasos del nuevo Consell en política industrial?
Ni puedo ni debo hacer valoraciones precipitadas. Como responsable de FICE van a encontrar siempre una estrecha colaboración en aquellas iniciativas orientadas hacia el sector. Como ex responsable en Industria también me he puesto a la disposición de sus nuevos responsables en todo aquello en lo que consideren que puedo aportarles.
-Desde el otro lado, ¿hacia dónde cree que debería evolucionar la red de institutos tecnológicos de la Comunitat?
Sin duda, hacia el necesario equilibrio entre la mayor especialización en conocimientos que requieren las empresas medianas y grandes, que apuestan mayormente por la I+D, que compiten globalmente y que buscan el conocimiento allí donde se lo proporcionan con mayores garantías de éxito, y las pequeñas empresas que todavía requieren de un enfoque y una estructura mucho más pegada al territorio. Para atender a las primeras hay que seguir ganando prestigio internacional; la masa crítica es importante. Para atender a las segundas probablemente una gran flexibilidad.
-¿Cómo se ha encontrado la Federación del Calzado?
Como todas las Federaciones ha sufrido estos años su proceso de encaje en el nuevo contexto del país. La Federación del Calzado goza de buen reconocimiento entre sus empresas asociadas. No sólo ha trabajado para mejorar la competitividad del sector calzado sino para promocionarlo en el exterior a través de FICE Servicios. Un ejemplo de estas iniciativas en el exterior son los showroom que vienen organizándose dos veces al año en Tokio con apoyo del ICEX.
-¿Cuáles son sus objetivos en FICE? ¿Cuáles van a ser las líneas estratégicas de su plan de negocio?
Las Federaciones existen para mejorar la competitividad, posicionamiento en mercados y rentabilidad de los negocios de sus empresas asociadas. El sector calzado español ya superó con éxito los intensos procesos de reestructuración internos en procesos, productos y marcas, y externos en términos de empleo y número de empresas, desencadenados por la entrada de China en la OMC. Las empresas supieron enfocarse hacia nichos sofisticados; muchas de ellas expandiendo, además, sus actividades a escala internacional. Los objetivos que le vamos a proponer al Comité Ejecutivo de la Federación estarán relacionados con la sostenibilidad de esos procesos estratégicos en términos de clientes, organizaciones, del entorno (RSC) y de negocio. Iremos desgranando actuaciones paulatinamente.
-¿Qué margen existe para la relocalización de la producción de esta industria en España?
La proximidad al mercado europeo es una ventaja ineludible para países como Italia, España y Portugal, por una fuerte orientación a series cortas de fabricación, calidad del servicio y tiempo de respuesta exigidos por la distribución. Pero lo es para Rumania, base de operaciones para muchas empresas italianas, Polonia, Turquía, o por ejemplo Hungría, que recibe cada vez más relocalización desde el sudeste asiático impulsado por empresas alemanas que deslocalizaron previamente. Las habilidades productivas aprehendidas por nuestros trabajadores, siguen siendo una clave competitiva fundamental cuando quieres posicionar el producto o marca en un nicho sofisticado que requiere de una alta calidad en sus acabados.
Debemos cuidarlas con mejor formación profesional y tal vez, introducir mayor polivalencia entre las cualificaciones. Pero el calzado sigue siendo una industria manufacturera intensiva en mano de obra. Las empresas del sector, deben seguir introduciendo técnicas de gestión para mejorar la productividad, y tecnologías digitales para hacerlas más sostenibles en el largo plazo. Si la moderación salarial de estos últimos años ha servido para mejorar la competitividad, haciendo a nuestro país mucho más atractivo para invertir, tampoco podemos renunciar a mantener equilibrios razonables para seguir impulsando la producción en España.
-¿Qué tipo de equilibrios?
Tenemos que mejorar la competitividad para impulsar la producción en España. Ello pasa por mejoras de productividad, impulso de la transformación digital y moderación salarial, lo que está permitiendo que las exportaciones del conjunto del sector crezcan a buen ritmo. En sectores como el calzado, intensivos en mano de obra, es muy importante este aspecto.
-¿Qué impacto tendrá sobre el sector el tratado de libre comercio Europa-EE UU?
El cambio de paridad euro-dólar nos está ayudando a intensificar las relaciones comerciales con USA de forma importante, si bien nuestras exportaciones están todavía lejos de la cuota de penetración del calzado italiano. Es necesario pensar en un nuevo Plan USA para el calzado español y estamos convencidos que el TTIP será positivo. Es cierto que las barreras arancelarias o normativas con USA no son especialmente preocupantes si se comparan con otros mercados interesantes para nuestras empresas, como el japonés, especialmente proteccionista. En todo caso, la armonización pasará por unificar criterios con Europa respecto a las reglas de origen.
-¿Por qué ha decidido integrarse como primer ejecutivo de una patronal en lugar de regresar a la empresa?
He trabajado algo más de diez años en el sector básico y de productos intermedios químico-plásticos, otros seis en los sectores de energía y agua, y algo más de ocho en dos diferentes etapas administrativas en el área económico-financiera, tecnológica-industrial y energética del Gobierno valenciano. Como ingeniero industrial he tratado también de formarme en los últimos 15 años en gestión empresarial y en finanzas corporativas. Los miembros del Comité Ejecutivo de FICE creyeron que podía aportar al sector parte de ese bagaje. Espero no defraudar sus expectativas.
-¿Por qué cree que es tan poco habitual en las patronales la figura del presidente ejecutivo/profesional?
Las organizaciones empresariales suelen basarse en estructuras de presidente empresario y secretario ejecutivo profesional. FICE, tal vez, ha sido una de las pocas organizaciones que, excepto en estos últimos casi tres años, ha tenido tanto presidente como secretario ejecutivos profesionales. Lo que hemos planteado para este periodo es unificar presidencia y secretaria ejecutiva en una sola persona asumiendo, al mismo tiempo, la dirección general de FICE Servicios para actividades mercantiles de promoción internacional.
-¿Cree que debería potenciarse esta figura?
Cada organización debe tomar sus propias decisiones pensando en la mejor opción para sus empresas asociadas. Lo importante es que sus responsables trabajen, por y para ellas, desde la humildad pero también fortaleza que requiere cualquier liderazgo participativo.