VALENCIA. La histórica Joyería Giménez de la plaza del Ayuntamiento de Valencia cerrará sus puertas por la jubilación de su propietario. La empresa fundada en 1889, cuenta con dos establecimientos de la misma marca: el de Plaza del Ayuntamiento y el de la calle de Colón.

Este cierre se suma al de otras referencias clásica de la joyería y la relojería de lujo, como Yanes, en la calle de Colón, o Atenea, en la esquina con la calle Barcelonina en la misma manzana que Giménez. La caída de la capacidad adquisitiva de los valencianos y el cambio en los gustos ha perjudicado de forma generalizada la venta de este tipo de productos.

El local, contiguo al Teatro Rialto, consta de planta baja, sótano y altillo, se va a poner en alquiler a un precio de salida de 24.000 euros. No es el primer cambio que se produce en esta misma acera, tras la apertura de un establecimiento de Café y Tapas en el semisótano del Ateneo Mercantil y la apertura de una tienda de regalos de la cadena Ale-Hop en el anterior emplazamiento de Café y Té.

LA CRISIS DE LAS ARTES SUNTUARIAS

Tampoco las firmas internacionales han sido ajenas a la crisis, como fue el caso de Bulgari, que cerró hace dos años su establecimiento en la calle Poeta Querol. Aunque su producto estrella son las joyas, este establecimiento valenciano también ofrecía complementos de moda como pañuelos o bolsos.

Por contra, la cadena madrileña Durán abrió las puertas de su primer establecimiento en Valencia el pasado mes de septiembre en la calle Poeta Querol. El establecimiento cuenta con el primer Espacio Rolex de la ciudad y se encuentra a escasos metros de otra referencia, la tienda Mont Blanc, de relojes y útiles de escritorio.