VALENCIA. La joyería valenciana de referencia en el mercado local del lujo, Francisco Gracia Joyeros, ha cerrado sus puertas en la calle de Ruzafa. Este cambio se debe al traslado de la firma a otro local próximo pero mucho más discreto, situado en la calle General San Martín, también de Valencia.

Fundada en 1954 por Francisco Gracia Polo, este establecimiento no se debe confundirse con el de Vicente Gracia, situado en la calle de la Paz, propiedad del hijo del patriarca de la saga familiar, ni con Trinidad Gracia, continuadora también del oficio. 

Aunque el cierre definitivo se produjo el pasado 12 de mayo, ya se han iniciado las obras de adaptación del local para acoger la primera tienda de la marca catalana Bissú en el centro de la ciudad, ya que dispone de un establecimiento en el Centro Comercial Arena Multiespacio.

CAMBIO DE HABITOS

Bissú se describe como una firma de "bolsos y complementos de calidad con diseños innovadores y precios muy asequibles" y encaja en la línea del resto de tiendas que están proliferando en esta vía y en su cruce con Colón, orientadas a un público joven.

En el caso de la alta joyería, Valencia no está siendo una plaza especialmente favorable para este tipo de negocios. Si hace dos años cerraba Bulgari en la calle Marqués de Dos Aguas, hace unos meses fue Giménez en la plaza del Ayuntamiento la que echaba definitivamente la persiana.

Por el contrario es la llamada ‘alta bisutería' la que gana espacio, como está demostrando la madrileña Joyería Suarez con la apertura de franquicias de su firma Aristocrazy en las calles Jorge Juan y Colón de la capital valenciana.

El cambio en los gustos y la sustitución de estos elementos de regalo principalmente por los de tipo tecnológico ha sumido al negocio en una situación compleja que le está obligando a desarrollar otras líneas de negocio y pelear en el diseño y la innovación de propuestas.