VALENCIA (VP). La azulejera castellonense Ballesmar, afincada en Onda, ha echado el cierre definitivo tras decretarse su liquidación definitiva por no poder cumplir los compromisos adquiridos en junio de 2007, cuando inició un proceso concursal con un pasivo de 26 millones de euros.

La compañía que fundó Bautista Ballester en 1949 estaba actualmente dirigida por su hijo Jorge Ballester, si bien estaba administrada concursalmente por Vicente Roig.

Ballesmar ya puso en marcha hace dos años varias medidas orientadas a superar el desastre económico que se le avecinaba. La compañía pasó de 140 a 60 empleados, negoció una quita del 50% de la deuda y puso a la venta una de sus dos plantas productivas.

En verano de 2008 la empresa ya había abandonado la actividad en esta planta y reducido su producción de 24.000 a 10.500 metros cuadrados diarios de gres en pasta roja y porcelánico (llegó a producir hasta 26.500 metros cuadrados diarios según la propia compañía).

Los últimos datos registrados indican que Ballesmar tenía sólo siete empleados en 2009. Sus ventas en 2008 fueron de 8,2 millones de euros, pero concluyó ese mismo ejercicio con unas pérdidas de 14,9 millones.

Al igual que sucede con la mayoría de azulejeras castellonenses, tuvo una fuerte dependencia del mercado nacional (el 75% de sus ventas), y sus exportaciones a Francia, Italia, Inglaterra, Alemania, Japón, Australia, México y Venezuela no tuvieron el peso necesario para reflotar las cuentas.