CASTELLÓ. El panorama gastronómico de las ciudades vive en los últimos años una revolución ininterrumpida alrededor de un producto reconvertido desde su rapidez originaria hasta la creatividad actual. El desarrollo experimentado por las hamburguesas y su creciente búsqueda por la calidad y la diferenciación ha repercutido además sobre un amplio abanico de industrias, algunas de ellas relacionadas directamente con sus ingredientes principales. Así, el pan que acompaña y resguarda su interior también se desmarca para transformarse no solamente en un soporte, sino en un elemento clave de la identidad del plato. En el caso de la provincia de Castellón, la firma de panecillos artesanales Mr. Brioche, con origen en Vila-real, ha crecido a través de un singular giro de tuerca gustativo hasta convertirse en una referencia que exporta su distinción más allá de sus fronteras.

La marca, establecida en junio de 2022, se caracteriza por el horneado del brioche, un tipo de bollo esponjoso y particularmente querido para 'vestir' las hamburguesas debido a su ternura, ligereza y contraste en sabor respecto a los elementos clásicos del producto. No obstante, la empresa, que tras apenas tres años y medio de vida ya cuenta con 13 empleados y realiza envíos a España y Portugal, asume la necesidad de evolucionar en su catálogo para llegar a otro tipo de bocadillos reconocibles. En este sentido, el catálogo de Mr. Brioche incluye otras creaciones que recorren desde el smash bun —con una miga aireada y diseñado para contener las hamburguesas smash, donde la carne se cocina extendida sobre la parrilla— al potato bun o brioche de patata, el black bun, que adquiere un color oscuro mediante la tinta de calamar, o los panes para hot dog y sliders o hamburguesas en formato reducido.

La génesis del éxito, en un error

El descubrimiento de la fórmula propia de la compañía tuvo lugar de una forma inesperada, aunque habitual en la receta del éxito posterior de una variedad sin fin de bienes o alimentos. "Realmente fue un error", recuerda la gerente y socia fundadora de Mr. Brioche, Andrea García, que compartía propiedad en una panadería de Vila-real, La Artesa Bakery Shop. "Hicimos una prueba con la harina que gastamos habitualmente y se nos olvidó añadirle el azúcar". De la casualidad nació el primer prototipo de panecillo de hamburguesa de la firma y dio pie a diversas modificaciones hasta obtener la combinación de ingredientes actual. "Empezamos haciendo el brioche tradicional y el potato bun, un poco más dulce", explica García. "Además, cuando comenzamos, estaban en auge las hamburguesas smash y creamos un bollo especial para ellas, que es más jugoso". Aquel despiste de azúcar acabó por endulzar su futuro.

Desde aquellos tres primeros modelos, el 'laboratorio' de Mr. Brioche ha ideado un amplio surtido de panes a través de sus formatos —la novedad más reciente, denominada Kraft y más alargada para sándwiches o tostas— o pigmentos como el perfeccionado y verdoso Franky. "Para nosotros, la diferenciación es la clave", señala la gerente de la empresa. "Me gusta que todo sea lo más natural posible y no utilizamos ningún tipo de conservante para garantizar la calidad final del producto; los colores, por ejemplo, se consiguen mediante colorantes de origen natural". Bajo esta premisa, la marca distribuye su receta de manera directa a reconocidas hamburgueserías locales como Robert's Smash Burgers o a lo largo de la geografía nacional, como en Andalucía, el País Vasco o Cataluña. "Empezamos con negocios de aquí y, gracias a las redes sociales, nos dimos a conocer mucho fuera".

El contacto directo con el cliente

El reciente apogeo de la versión gourmet del clásico bocadillo americano ha diversificado un mercado cuya progresiva competitividad se ha acelerado en el último lustro. "Cuando creamos Mr. Brioche no había tanta competencia; ahora ha aumentado notablemente, aunque no nos centramos en el aspecto económico, sino en la calidad", asegura Andrea García. A tal efecto, la compañía vila-realense asume los pedidos de sus clientes al momento. "Horneamos el pan y lo enviamos", detalla la gerente de la firma, que apunta a una de las claves del éxito de sus productos. "Por ejemplo, si un establecimiento realiza una comanda un domingo, cocinamos los panecillos el lunes y el martes lo servimos". La importancia de la innovación se enmarca asimismo dentro de esta estrategia comercial como vía para alcanzar a "todo tipo de públicos".

El crecimiento de la empresa resulta exponencial y sostenido desde su creación a mediados de 2022. En un primer momento, el objetivo se articulaba en la consecución de un número concreto de bollos, aunque ahora la mira de la compañía se fija en un punto en la distancia larga. "Nos mantenemos en el 'boom' que dimos al principio y, a partir de ahora, me encantaría que la marca creciera todo lo que pudiera", afirma García. No obstante, la pretensión de la socia fundadora de la firma estriba en prosperar de la mano de las hamburguesas y de un mercado en auge y en constante cambio, de acuerdo con la transformación actual de los gustos gastronómicos. "Tengo mucha demanda y estoy agradecida por ello; es un proyecto especial al verlo hacerse mayor desde cero", concluye García. En definitiva, Mr. Brioche ha convertido desde Vila-real una casualidad en sus 'dulces' y reconocidos panes de hamburguesa.