"Confíen en que hay una recuperación moderada en desarrollo", dijo Lipsky, dirigiéndose a los delegados de la cumbre del G-20 de viceministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales que se reúnen en Corea del Sur. "Obviamente hay riesgos y desafíos, pero las cosas parecen estar moviéndose más o menos en la línea de las previsiones", afirmó, citando entre los desafíos el diseño de las estrategias de retiro de la ayuda económica y la consolidación fiscal a medio plazo.
Los miembros del G20 han prometido alcanzar un acuerdo sobre estas cuestiones antes de que los líderes se reúnan en noviembre en Seúl. Estados Unidos, frustrado por el rechazo de Europa a compartir más poder del FMI con las economías emergentes, tomó medidas sin precedentes el mes pasado al bloquear los planes que habrían mantenido el largo dominio de Europa en la junta directiva del organismo.
Las economías emergentes han pedido una mayor voz en las instituciones internacionales como el FMI, en línea con su creciente contribución a la economía mundial y su importancia en la coordinación de política económica mundial.
Los días 11 y 12 de noviembre la capital surcoreana, Seúl, acogerá una cumbre de líderes del G20 en la que se prevé que tratarán temas claves para el desarrollo de la economía como la reforma al marco regulatorio financiero mundial y la elaboración de planes para poner a la economía mundial en un camino de crecimiento equilibrado y sostenible.
