VALENCIA. La innovación es la receta habitual para salir de la crisis en la Comunitat Valenciana, pero otra cosa es que la Administración pague las ayudas destinadas a incentivar ese modelo de crecimiento. Diversos emprendedores que se acogieron a las ayudas para el desarrollo de proyectos para empresas de base tecnológica denuncian que la Generalitat sigue sin pagar las aportaciones concedidas en 2010 y 2011.

Se trata de iniciativas subvencionas en torno al 80% por la Unión Europea y convocadas a través del Impiva en las que los beneficiarios debían adelantar el dinero y cobrarlo de la Generalitat una vez realizado. Habitualmente, Bruselas "nunca adelanta el dinero", según aseguran fuentes de la Administración, y el Consell recuperaba ese dinero una vez pagado todo el montante a los beneficiarios y tras pasar el control del departamento europeo correspondiente.

Sin embargo, los problemas de liquidez de la Generalitat han hecho que el pago se haya ido retrasando hasta acumular una demora de más de año y medio en el caso de las 2010, que deberían haberse pagado en agosto de 2011; y medio año respecto de las de 2011, que debían haberse abonado el pasado verano.

Igualmente, algunos de los beneficiarios de la convocatoria de 2009 también denuncias impagos, aunque en este caso fuentes de la Generalitat aseguran que la deuda no es sobre la totalidad de los proyectos, ya que se han pagado parcialmente esas convocatorias en un mayor porcentaje. 

PAGO PARCIAL DE RETRASOS

A pesar de que algunos de estos acreedores se han organizado para demandar una explicación, "a estas alturas muchas de las empresas no están pudiendo hacer frente a la caída de la facturación por la crisis y por los gastos asumidos con el adelanto del pago de las ayudas que nos deben", asegura un afectado.

"Entendemos que la situación de la Generalitat es extrema y no pedimos que nos paguen ya, sino al menos que nos respondan por escrito a las quejas que les hemos trasladado y alguna previsión aproximada de cuándo las podrán abonar", señala.

Fuentes de la Administración aseguran que el pasado mes de septiembre el Impiva pagó la mitad de los proyectos de 2010 con el dinero que pudo obtener de la Conselleria de Hacienda, priorizando los proyecto de menor cuantía para poder satisfacer a un mayor número de empresas. Sin embargo, quedan por pagar la totalidad de las ayudas concedidas en 2011.

Aunque el presupuesto del Impiva podría soportar el pago de estas ayudas, la entidad está consumiendo las transferencias mensuales de la Conselleria de Hacienda en el cumplimiento de los compromisos con los institutos tecnológicos y otras instituciones que pondrían en riesgo su continuidad sin una aportación mínima, teniendo en cuenta los impagos que también acumulan.

EL BLOQUEO DE BRUSELAS Y LA CAJA ÚNICA DE MORAGUES

Por otra parte, la Unión Europea tiene bloqueado el pago de las ayudas correspondientes al ejercicio 2009 por motivos burocráticos, con lo que no ha reembolsado las ayudas de las convocatorias de ese año que el Impiva había satisfecho. El problema añadido a esta situación es que si Bruselas paraliza un pago, los siguientes no se pagan hasta que se resuelva el bloqueado.

A pesar de que la pasada semana la Unión Europea comunicó a la Administración valenciana su voluntad de liberar estos fondos para que pueda cobrarlos, esto no significa que el Impiva pueda recuperar ese dinero para saldar las nuevas deudas contraídas.

En casos como éste, la Conselleria de Hacienda es quien recibe el dinero comunitario y destina estas cantidades a un caja única que reparte los fondos en función de las prioridades. Con las actuales tensiones de tesorería, la nómina de potenciales beneficiarios es larga e incluye a otros colectivos con los mismos derechos de cobro y más visibilidad pública, como las farmacias.

Similar ha sido la gestión del dinero recibido a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que está condicionados a la amortización de deuda, aunque un porcentaje se podía destinar a otros pagos pendientes. Aunque no hay nada cerrado, fuentes de la Generalitat aseguran que un porcentaje se podría destinar a estos fines, aunque no creen pueda ser a corto plazo.