VALENCIA. La principales operadoras valencianas de alquiler de apartamentos turísticos se han unido en la asociación Apartval para establecer un orden y un control de calidad sobre la oferta actualmente disponible de este tipo de productos turísticos en la Comunitat Valenciana.

El auge de estos servicios vacacionales ha ido acompañada de la proliferación de operadores ilegales que no sólo no pagan los impuestos correspondientes, sino que actúan de forma fraudulenta, ofertando apartamentos de los que no disponen o cuyo estado de conservación difiere del que aparece en las fotografías promocionales.

Esta situación, que también se produce en destinos como Francia y Reino Unido, no sólo perjudica al visitante, sino que deteriora la marca ciudad como destino turístico y al resto de la oferta existente, que se ve afectada por el mal hacer de los competidores fraudulentos.

"Lo que buscamos es fijar unos estándares profesionales tanto en el servicio como en la gestión de las propias empresas", señala Alfonso Zamorano, vicepresidente de Apartval. Además de estar dado de alta en la Conselleria de Economía, las empresas que se integren en la asociación deben contar con un plantilla mínima y pagar sus impuestos, entre otros aspectos que los diferencien de los arrendadores puntuales o que no cumplen con la legalidad.

PRIMEROS ESPADAS DEL NEGOCIO

La asociación dio sus primeros pasos tras el pasado verano y a día de hoy cuenta con algunos de los principales operadores del mercado valenciano. La presidencia la ocupa Pepe Castelló (Valencia Flat) y participan, además de Zamorano de Get me an apartment, José Benavent (Flats for you), David Mas Masià (Living Valencia), Javier Montesinos (Valencia Luxury), Natalia Nairón (Acomodatum) y otros cinco operadores valencianos.

La oferta de estos agentes agrupados en Apartval no se limita a la gestión de apartamentos en la Comunitat Valenciana, sino que cuentan con oferta propia en otras ciudades españolas y comercializan en destinos internacionales a través de sus propias plataformas.

La idea es conseguir equipararse en organización a los hoteleros, un sector muy desarrollado en España, pero orientado al familiar, especialmente internacional, que es el habitual en este tipo de oferta tanto en España como en el resto de Europa, donde es una opción consolidada.