CASTELLÓ. Los últimos 70 trabajadores que empleaba Marie Claire han empezado a cobrar este lunes las indemnizaciones por despido y los salarios impagados a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Justo el 22 de diciembre, día del Gordo de Navidad, han recibido importes que se les adeudaban, tras verse obligados a recurrir a los juzgados de lo Social de Castelló. Un “premio” que pone punto final a un largo calvario vivido durante los dos últimos años y medio, en una etapa errática para la empresa que concluyó con el cierre definitivo de la histórica textil de Vilafranca.
El juzgado de lo Social de Castelló resolvió la semana pasada la insolvencia del último propietario de Marie Claire (Formen) y activó el pago de las indemnizaciones a los 70 empleados, de acuerdo con las sentencias dictadas entre junio y septiembre, que dieron la razón a los trabajadores en sus demandas por impagos contra la firma Formen. Este lunes, según confirman varios afectados, han empezado a recibir parte de las cantidades adeudadas por parte del Fogasa. La entidad estatal abona en torno al 40% de los cerca de cinco millones de euros reconocidos por los fallos judiciales, ya que el Fogasa tiene topes legales tanto en salarios no abonados como en indemnizaciones: un máximo 20 días por año trabajado en el primer caso y 33 días en el segundo.
Las mismas fuentes han trasladado su satisfacción, al tratarse de la primera buena noticia que reciben tras dos años y medio de sufrimiento. Los problemas comenzaron en septiembre de 2023, cuando la empresa no logró enderezar su rumbo tras décadas de dificultades, despidió a 190 trabajadores y mantuvo a otros 70 en un ERTE.
En octubre de 2024 parecía abrirse una nueva oportunidad para la textil con su adquisición por parte de Formen, una antigua empresa del sector con sede en Madrid que se había reconstituido tras varios años sin actividad. La operación devolvió el optimismo a la comarca, al comprometerse la compradora a mantener a los 70 empleados e invertir tres millones de euros en un plazo de tres años.
El final de la empresa
Sin embargo, su llegada resultó ser un espejismo. Desde el inicio, Formen no abonó el importe de la compra de la unidad productiva ni los salarios de los trabajadores, y en febrero anunció de forma unilateral su marcha y la intención de aplicar un ERE colectivo, alegando un despido procedente. Los empleados demandaron a la empresa reclamando los salarios impagados y las indemnizaciones por despido improcedente.
La justicia les dio la razón, pero una vez dictadas las sentencias fue necesario esperar a su ejecución y a que se declarara la insolvencia de Formen para que los trabajadores pudieran cobrar a través del Fogasa, una circunstancia que finalmente se ha producido.
Este desenlace pone punto final a la trayectoria de uno de los principales emblemas económicos de Vilafranca y de la comarca de Els Ports. Ahora queda pendiente la subasta de los inmuebles y del equipamiento de la extinta Marie Claire. Con los importes que se obtengan de las ventas se atenderá a los acreedores, entre los que se encuentran los propios trabajadores -a quienes aún se les adeuda alrededor del 60%-, los antiguos propietarios de la fábrica (Calpe Invest), el Institut Valencià de Finances y el propio Fogasa.