VALENCIA (VP). La agencia internacional de calificación ha rebajado el rating a largo plazo de la Generalitat de Catalunya a 'A2' desde 'A1', mientras le mantiene la perspectiva o outlook en negativo, mientras las calificaciones a corto plazo no las ha tocado.

El recorte se debe, según Moody's, a la creciente vulnerabilidad de la región a la financiación, que recientemente han traducido en un fuerte aumento en su coste de financiación. Moody's considera que estas dificultades obligan a la Generalitat a acelerar la aplicación de medidas de reducción de costes, algo que le parece complicado debido a la naturaleza rígida de sus principales obligaciones, como la sanidad y la educación.

En este contexto de dificultades de financiación, que además está concentrándose en el corto plazo, la agencia cree que 2011 será desafiante para la Generalitat, ya que la región se enfrenta a requerimientos financieros por valor de unos 8.000 millones de euros, el 30% de sus ingresos operativos.

El rating permanece en perspectiva negativa para reflejar las débiles perspectivas económicas, que afectarán a los ingresos impositivos, y la incertidumbre sobre la capacidad de Cataluña para obtener las grandes cantidades de dinero que necesita a un coste razonable, según explica Moody´s.

El rating A2 refleja también, según la agencia, la alta probabilidad de que el Gobierno de España (que tiene una calificación Aa1, con perspectiva estable, cuatro niveles por encima de Cataluña) actué para evitar un default de la Generalitat si esto llegara a producirse.

Moody´s cree que la provisión de servicios públicos, unido a la presencia de Cataluña en los mercados de capital, representan incentivos para que el Gobierno central considerase apoyar a la región en el caso de que fuera necesario.

Moody´s rebajó la calificación de Cataluña el pasado 17 de diciembre de 2009, cuando el rating paso de Aa3 a A1. Entonces también le rebajó la perspectiva a negativa, perspectiva que permanece tras esta última revisión.

SERIO REVÉS PARA LA COLOCACIÓN DE SUS BONOS

La decisión de la agencia llega a cuatro días vista del arranque de la colocación de los bonos de la Generalitat de Catalunya, lo que supone un serio revés. 

Se trata de una emisión de bonos para particulares por un importe de 1.000 millones de euros -ampliables a 2.000 millones-, a razón de 1.000 euros por título.

La deuda se colocaría a un plazo de un año con una retribución del 4,75%, por encima de mercado, con el objetivo de financiarse en un momento de fuertes restricciones crediticias por parte de los bancos.

En el proyecto, que liderará La Caixa, participan una quincena de entidades, las más importantes, como Catalunya Caixa, Unnim, el Banco Sabadell, el BBVA y Caja Madrid.