VALENCIA (L. MASERES). Con optimismo, pero sin un modelo de financiación claro, los presidentes de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, y su homólogo barcelonés, Miquel Valls, insistieron ayer en Valencia en la necesidad de que el Corredor Mediterráneo se convierta en una realidad para Europa. Los dos patronos calificaron de "imprescindible" esta infraestructura y aseguraron que la inversión tendrá un retorno anual del 11%. Por ello, no dudaron en que la Unión Europea incluirá, a principios del año que viene, este proyecto entre el listado de prioritarios.
En la reunión que mantuvieron ayer ambos presidentes se expusieron las conclusiones a las que el Observatorio de Infraestructuras del Corredor Mediterráneo, creado por ambas Cámaras, había llegado en su afán de presionar al Ministerio de Fomento y a la UE para lograr el proyecto.
Entre las necesidades, los representantes de los empresarios destacaron la alta rentabilidad que tendrá el eje que conectará el norte de África con el centro de Europa. Según sus cálculos, alrededor del 11%, cifra que Juan F. Cámara, miembro del comité ejecutivo de la Cámara de Valencia, destacó tras afirmar que este podría ser uno de los proyectos con mayor porcentaje de retorno anual.
Junto con este factor económico, los patronos recalcaron que era importante garantizar la conexión en ancho internacional de los puertos de interés general del Corredor a la red ferroviaria de transportes de mercancías. No sólo el de Barcelona, sino también el resto, y de la misma forma. "En un futuro el modo más económico será el barco y las mercancías de Asia e incluso de América entrarán por zonas aeroportuarias del Mediterráneo", destacaron los dos presidentes.
Para convertir el litoral mediterráneo en la puerta de entrada y de salida más importante de Europa, que incluso se prevé que alcance Estonia o Finlandia, las cámaras pidieron también una plataforma de doble vía exclusiva para mercancías, que permita el tráfico de productos por toda Europa, así como la reserva de suelo desde Algeciras (Cádiz) hasta Portbou (Girona).
FINANCIACIÓN PRIVADA, GESTIÓN PRIVADA
Entre las conclusiones que presentaron Morata y Valls, la financiación sigue siendo la gran incógnita, ya que como señalaron es uno de los asuntos que sigue debatiéndose. Según Morata, si finalmente el proyecto se lleva adelante con financiación privada, la gestión deberían llevarla a cabo los mismos empresarios para garantizar su eficiencia y eficacia, mientras que Cámara matizó que además de la colaboración público-privada, había otras opciones que también merecían estudiarse.
Valls, por su parte, incidió en que la inversión dependería de la tasa de retorno, porque según dijo, convertir el Mediterráneo en el puente que unirá África con Europa "permitirá la entrada de nuevos operadores y de nuevos capitales".
EL 'SÍ' DE FOMENTO
Preguntados por los apoyos gubernamentales que estaban recibiendo en su empeño por desarrollar el proyecto, Morata y Valls declararon confiar en la palabra de José Blanco, quien el pasado mes de junio afirmó que era una de sus prioridades. "Estamos convencidos de que Fomento defenderá el Corredor Mediterráneo en la revisión de proyectos que se está haciendo", manifestó Valls.
"Pese a la situación excepcional de recorte de inversiones, desde el Gobierno han mostrado una posición clara de inversiones en ferrocarriles. Como prueba de ello, el 80-90 por ciento de la eliminación de infraestructuras en los presupuestos han sido carreteras y autovías, no para el tren", añadió el presidente de la Cámara de Barcelona.
