VALENCIA (D. IBORRA). Apple anuncia oficialmente el evento (o keynote) de presentación de su próximo dispositivo móvil, iPhone 5 (nombre estimado entre los analistas y fans de la marca), pero sus clientes valencianos siguen si conocer la fecha de apertura de la nueva Apple Store de Valencia.
Sin embargo, la confidencialidad con la que Apple ciñe cada una de sus acciones, y en este caso, su próxima tienda en España, se ha visto vulnerada, intencional o inintencionadamente por Ocoval, la firma licenciataria de apertura de zanjas y catas en la vía pública. La compañía ha anunciado en su web una obra menor prevista para esta semana, un tendido eléctrico para dar servicio a la tienda.
Estos trabajos delatan la lentitud con la que se están realizando las obras de la esperada tienda. Pese a que el edificio mantiene sus ventanas y entradas completamente tapado con los clásicos muros negros que el gigante de Cupertino coloca en todas sus obras alrededor del mundo, desde fuera puede apreciarse que en los pisos superiores (dedicados a oficinas para la compañía de Steve Jobs) los techos siguen sin estar enlucidos, y la iluminación apenas acaba de ser instalada. Quienes han podido echar un vistazo por dentro, al primer piso, han podido comprobar que el local se encuentra lejos todavía de finalizar sus obras. Los suelos aparecen tapados con tal cantidad de escombros que apenas se distingue si las baldosas han sido instaladas, y las paredes se muestran desnudas bajo los cables colgantes a cada paso. En definitiva, una cueva de polvo y andamios.
Las previsiones apuntaban a que Secopsa, entregaría la tienda a Aple entre septiembre y octubre. Vistos los plazos que está cumpliendo la firma, puede esperarse que la firma que dirige ahora Tim Cook intente apresurar los trabajos para tenerla lista para el lanzamiento comercial del próximo dispositivo móvil, que si cumpliese con los márgenes acostumbrados por la compañía, podría estar a la venta en Estados Unidos unas tres semanas después de su presentación el próximo martes 4, y una o dos semanas más tarde de esa fecha, en España.
Este movimiento de Apple sería tan efectivo como peligroso. Las largas colas de noches insomnes para cada una de sus aperturas (la marca abre un local nuevo por todo el mundo cada nueve días) son una marca de la casa, un movimiento marketiniano tan efectivo y estudiado que le proporciona titulares y minutos de informativos por todo el globo. Pero este furor de fans es comparable al de cada lanzamiento del grupo, por lo que la jugada tendría una doble vertiente. Por un lado el efecto mediático sería aún mayor que el de cada uno por sí mismo. Por otro, dado que se encuentra en una avenida con tráfico urbano constante, podría acarrear serios problemas en la seguridad del acto de inauguración. Aunque sin duda, cumpliéndose cualquiera, o ambas de las dos posibilidades, podremos ver en los informativos de todo el país las caras de los aficionados que salgan alzando victoriosos su adquisición cual primer premio de un mundial después de haber pagado por ello una cantidad de suma respetable. Y desde luego, no hay mejor publicidad que esa.
