CASTELLÓ (EFE). Frost-trol, la histórica empresa de Cabanes especializada en la fabricación de frigoríficos industriales, no ha podido superar de momento los problemas económicos que arrastra desde 2021 y ha despedido a sus 133 trabajadores. Ahora se encamina hacia el concurso de acreedores después de más de sesenta años de actividad, según UGT.
El expediente de extinción de empleo (ERE) que afecta a toda la plantilla ha finalizado y ya no queda personal activo en la fábrica, según han confirmado fuentes sindicales. La firma ha intentando en las últimas semanas la venta de la unidad productiva a un inversor y en un primer momento se planteó aplicar el ERE por tandas por si la venta fructificaba y podía recuperar algunos de los empleados afectados.
No obstante, no queda descartada que se pueda cerrar el traspaso antes de la declaración del concurso e, incluso, este paso podría darse durante el proceso concursal. Pero por ahora paraliza su actividad y se materializa la totalidad del ERE.
Frost-trol inició sus problemas económicos en 2021, cuando un fraude interno generó pérdidas cercanas a los 14 millones de euros.
Las condiciones del ERE, aprobado recientemente, contemplan una indemnización de 28 días por año trabajado y hasta 15 mensualidades adicionales, en línea con el ajuste aplicado a finales de 2024.
Aunque la empresa -que llegó a contar con más de 500 trabajadores en su etapa de mayor actividad- sigue sin concretar una operación de venta, desde UGT en Castellón señalan que “otra posibilidad es una compra antes de entrar en concurso; es más difícil, pero podría darse”.