ALICANTE. El grupo de Prosolia Energy ha presentado sus cuentas anuales consolidadas correspondientes al ejercicio 2024, un año que el propio grupo define como clave en la transición de su modelo de negocio hacia un Productor Independiente de Energía (IPP) con un peso creciente de activos propios en operación. Este enfoque estratégico se refleja en el balance consolidado, que eleva el volumen total de activos hasta los 457,4 millones de euros, un 25,2% más que al cierre de 2023, cuando se situaba en 365,36 millones.
La facturación del grupo alcanzó en 2024 los 32,17 millones de euros, lo que supone un descenso del 9% respecto a los 35,26 millones facturados en el ejercicio precedente. En este sentido, Prosolia Energy explica que esta evolución de los ingresos se produce en un contexto marcado por la transformación del modelo productivo del grupo, cada vez más orientado a la operación de instalaciones propias de generación renovable, principalmente fotovoltaicas, para la venta de la energía producida.
En este marco, la compañía ha destacado la evolución positiva del Ebitda, que aumentó de forma significativa hasta los 15,37 millones de euros en 2024, frente a los 10,92 millones de euros registrados en 2023. Este incremento, según recoge expresamente el informe de gestión, "pone de manifiesto el avance del grupo hacia un modelo de operador de activos energéticos", con una mayor contribución de la actividad recurrente vinculada a la producción de energía.

- Prosolia Energy avanza en Francia con marquesinas fotovoltaicas híbridas en plantas de Stellantis. -
- Foto: PLAZA
Además, el ejercicio de 2024 ha estado marcado por una operación corporativa relevante. El grupo llevó a cabo la adquisición mayoritaria dev en Prosolia International, S. L., con el objetivo de acelerar la expansión internacional y reforzar su posicionamiento como proveedor de energía limpia para empresas industriales. En el marco de esta misma operación, Prosolia consolidaba de forma íntegra su unidad de negocio de proyectos utility-scale mediante la adquisición de la participación minoritaria que mantenía Capenergie 4, fondo del grupo Onnnes Capital, en la sociedad Prosomnes SAS.
El grupo inició a comienzos de 2020 un proceso de cambio de modelo productivo, pasando de una actividad centrada en la construcción de activos a un enfoque basado en la venta de energía. El objetivo estratégico fijado fue convertirse en un productor independiente de energía y evolucionar desde una plataforma de IPP hacia un proveedor integral de soluciones energéticas para clientes industriales, capitalizando su posicionamiento en el ámbito de la generación distribuida.
Este proceso de crecimiento y reorganización del grupo también ha tenido reflejo en su estructura corporativa. En 2025, Prosolia Energy trasladó su sede central a València, desde donde coordina el conjunto de sus filiales nacionales e internacionales. El cambio de ubicación responde, según comunicó la compañía, a la necesidad de dotarse de una estructura acorde al crecimiento experimentado en los últimos años, en los que ha triplicado su plantilla, y a la consolidación de su actividad como grupo internacional con presencia en varios mercados europeos.
En este sentido, la incorporación de un socio estratégico permite al grupo diversificar tecnologías más allá de la fotovoltaica, integrando energía eólica y sistemas de almacenamiento con baterías en su cartera de activos. Asimismo, esta alianza está orientada a impulsar el crecimiento inorgánico para acelerar la expansión en mercados consolidados y en otros considerados estratégicos, así como a optimizar la comercialización de energía mediante estrategias especializadas que combinen proyectos conectados a red, soluciones behind the meter y servicios integrales de gestión energética.
El contexto sectorial de 2024 también ocupa un lugar destacado en el informe de gestión. Prosolia Energy señala que la aceleración del despliegue de energías renovables, especialmente solar y eólica, ha incrementado su peso en el mercado eléctrico, dando lugar a una caída de los precios capturados y a un aumento de la volatilidad, con episodios de precios cero o negativos en mercados como España, Portugal e incluso Alemania. A este entorno se han sumado la ralentización de los procesos administrativos y regulatorios y las turbulencias económicas y políticas a nivel global, factores que han impactado en la rentabilidad del sector y en la visibilidad del ritmo de la transición energética.
Ante este escenario, la estrategia del grupo se ha basado, según el informe de gestión, en la adaptación a un mercado cada vez más competitivo, descentralizado e incierto. La compañía considera imprescindible la transición hacia modelos energéticos más integrados y descentralizados para mantener la competitividad y el crecimiento. En este contexto, la disminución de los precios capturados se prevé compensar mediante el despliegue de nuevas tecnologías y la incorporación de proyectos de almacenamiento con baterías, con el objetivo de mitigar el riesgo de precio asociado a episodios de curtailment, estabilizar los flujos de caja a largo plazo y reforzar la oferta dirigida a clientes industriales.
En cuanto a la facturación por la venta de energía generada por activos en propiedad, las ventas alcanzaron los 7,4 millones de euros en 2024, frente a los 4,3 millones de euros del ejercicio anterior. Este incremento está vinculado a la entrada en funcionamiento de varios parques solares durante el ejercicio y constituye, según la compañía, otro indicador del avance del modelo IPP. La previsión para los próximos años es seguir aumentando esta línea de ingresos a medida que más proyectos entren en operación o mediante oportunidades de crecimiento inorgánico.
De cara a la evolución previsible del grupo, Prosolia Energy señala que los objetivos para los próximos años quedaron definidos a finales de 2024 tras la entrada de InfraVia como socio estratégico. Para 2025 y 2026, el grupo prevé un incremento sustancial del volumen de venta de energía, que pasará a convertirse en el principal motor del resultado de explotación, junto con una disminución progresiva de la actividad de EPC y O&M a terceros, en línea con la estrategia de consolidación como IPP plenamente integrada.
Por mercados, el informe de gestión anticipa un crecimiento más moderado en España y Portugal, debido a la madurez y canibalización de estos mercados, mientras que la integración de sistemas de almacenamiento contribuirá a mitigar riesgos específicos. En paralelo, el grupo espera mantener una dinámica sólida de crecimiento en Italia y Francia, tanto en proyectos a gran escala como en autoconsumo industrial, y continuar afianzando su presencia en Alemania, apoyado en una cartera centrada en clientes industriales. Además, Prosolia Energy indica que analiza de forma continua nuevos mercados estratégicos con valor a largo plazo.
Este planteamiento conecta con la actividad reciente comunicada por la compañía en 2025, marcada por el avance de proyectos híbridos de marquesinas fotovoltaicas y almacenamiento para Stellantis en Francia, la ampliación de su presencia internacional y el desarrollo de nuevos parques solares en la provincia de Alicante.