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Radiadores Ordóñez, la castellonense que 'enfría' los coches de Ferrari, McLaren y Lamborghini

La compañía cumple 130 años siendo referente en el diseño y fabricación de radiadores para la automoción

  • Daniel Garcia y Laura Ordóñez.

VALÈNCIA. Pocas compañías pueden mirar atrás y presumir de haber superado el siglo de vida, manteniéndose en manos de la misma familia generación tras generación, y conquistando a marcas premium de la automoción como McLaren, Lamborghini o Ferrari. Así podría resumirse la historia de Radiadores Ordóñez, una empresa castellonense que este año cumple los 130 años de historia y que ha sabido reinventarse sin perder sus raíces, consolidándose como un referente internacional en la fabricación de radiadores para el sector de la automoción. Tanto es así que sus equipos están presenten en una amplia gama de vehículos por todo el mundo con el reto de ampliar su capacidad.

Con casi 200 empleados y una planta industrial de más de 55.000 metros cuadrados, la compañía diseña y fabrica sistemas de refrigeración como radiadores y condensadores tanto para marcas de coche de lujo como para maquinaria industrial y vehículos pesados. Pero no siempre fue así. En sus inicios, la empresa era un pequeño negocio familiar en la planta baja de una vivienda, que funcionaba como taller de reparación de metales y cobre. Fue el paso del tiempo, la oportunidad y necesidad de una España en plena guerra civil, lo que propició la transformación de este establecimiento en la empresa que es hoy en día, con una facturación cercana a los 30 millones de euros y en la que confían los grandes fabricantes del motor.

Ahora, la compañía, ubicada en Castellón, encara una nueva etapa con la llegada de Daniel Garcia a la dirección. Se trata del primer CEO fuera del ámbito familiar, pero su vocación es mantener la misma filosofía de los Ordóñez, aunque con la intención de dar un nuevo gas al negocio. Una entrada que se ha producido tras la salida de Juan Ordóñez, por jubilación y que hace unas semanas recibió el premio a la trayectoria profesional en automoción y movilidad en la tradicional 'Noche del Motor', que organiza el clúster valenciano de la automoción AVIA.

Según la documentación disponible, ya que se han perdido las actas fundacionales, la empresa fue fundada por Vicente Ordóñez en 1895 como obrador familiar de recogida y procesado de metales, pero durante la guerra civil española hubo una escasez de combustibles líquidos como el petróleo que llevó a la familia Ordóñez a entrar en el automóvil. "Empezamos a hacer gasógenos -una solución a base de la combustión de materiales como madera y carbón- para que los automóviles pudieran funcionar. Ahí fue cuando Ordóñez empezó en el sector", rememora Laura Ordóñez, cuarta generación y directora comercial de la firma. 

  • Radiadores Ordóñez. -

A partir del año 1975, tras la muerte del dictador Francisco Franco y la apertura política, económica y social del país, la castellonense se lanzó a probar nuevos mercados y empezó a vender en Francia tras un primer gran acuerdo con el Grupo PSA, actualmente de Stellantis y que en ese momento aglutinaba firmas como Peugeot o Citroën. "Empezamos a expandimos y a trabajar grandes volúmenes. Fue, de hecho, nuestra época de mayor expansión", apunta Ordóñez. 

Sin embargo, esa relación comercial se rompió en 2007, cuando el grupo automovilístico decidió apostar por otro fabricante de radiadores. "De pronto, se perdió cerca del 60% del volumen de negocio y la empresa se ve en la necesidad de reorientarse", explica Daniel Garcia, CEO actual. Es entonces cuando la dirección, que entonces capitaneaba la tercera generación, decidió especializarse en los coches de alta gama, fabricados en Europa y con altas prestaciones.

A partir de ese momento, Ordóñez se transforma y y busca clientes más de nicho, centrando su actividad en el diseño y fabricación de refrigeradores de agua, aire, aceite y combustible. Consiguió así contratos con Masserati, Ferrari o Aston Martin y los grandes empiezan a llamar a su puerta. Hace tres años sumó a su clientela a McLaren y Lamborghini. Actualmente, el 50% de su producción es para automóviles y la otra mitad para vehículos industriales, con una capacidad anual de fabricación de un millón de radiadores.

A lo largo de estos años, la compañía ha sabido adaptarse a los tiempos para hacer frente a los continuos vaivenes que ha sufrido y padece el sector a nivel global, especialmente en los últimos años con la fuerte competencia asiática. Por ello, cuenta con un departamento de I+D+i, formado por un equipo de 22 ingenieros, que está especializado en diseñar un producto a medida para cada cliente con las características y especificaciones sobre el calor a evacuar y solicita cada marca. En sus laboratorios diseñan, fabrican, validan y homologan lo que empieza siendo un prototipo. 

"Este departamento es el corazón de nuestra innovación. Tratamos siempre de probar nuevas aleaciones de aluminio y tecnologías a nivel de componentes para mejorar los rendimientos y la eficiencia. El mundo del radiador es cada vez es más exigente y los clientes piden equipos más ligeros, que evacúen más y sean más resistentes, por lo que siempre tienes que innovar", remarca Garcia. De hecho, este verano, aprovechando el cierre de las instalaciones por la época estival, van a instalar un nuevo horno para lograr mayor capacidad productiva y mejoras en el producto final tras una inversión de tres millones de euros. También, les permitirá reducir su huella de carbono. 

  • Radiadores Ordóñez. -

La diversificación es otra de sus palancas y ya han desarrollado para uno de clientes un cooling plate, es decir, un sistema de refrigeración para las baterías del coche eléctrico. "Hay que adaptarse o no sobrevives en este mundo. Lo que está claro es que los vehículos van a generar calor y nosotros tenemos que ser capaces de ir innovando, trabajando e investigando para poder seguir ofreciendo nuestros productos para disipar ese calor", puntualiza Laura Ordóñez.

Y más teniendo en cuenta la fuerte disputa en el mercado. "Competimos con multinacionales que hacen tiradas de coches muy grandes y, además, contra países de bajo coste laboral. Ellos todavía no dan el producto, la calidad, ni el servicio que nosotros ofrecemos, pero van progresando y cada vez son mejores. Son amenazas que nos exigen tener que adaptarnos y fidelizar", subraya Garcia. De ahí que uno de sus objetivos al frente de Radiadores Ordóñez sea reforzar la organización e intentar aumentar su portfolio de clientes para dar estabilidad a largo plazo.

En 2024 facturaron cerca de 30 millones y este año esperan rebasar esa cifra con la vista en llegar a los 33 millones en 2030. "Tenemos experiencia de muchos años y debemos acceder a otro tipo de mercados y buscar nuevos productos y clientes, pero siempre con un crecimiento sostenido. Ese es nuestro futuro", concluye el CEO de la compañía.

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