El presidente de Caja Madrid confirmó que el importe de las sinergias netas derivadas de la integración será de 500 millones de euros anuales, que compensarán totalmente el coste financiero del FROB. Las sinergias se conseguirán gracias un proceso de ahorro de gastos generales en servicios centrales del 10%, una racionalización de la red comercial del orden del 12% y una optimización de la plantilla cercana al 14%. Estos recortes son sensiblemente inferiores a los que han necesitado, proporcionalmente, otros procesos de integración, recordó.
Rato ha afirmado que existe un compromiso para abordar los "posibles ajustes en un marco de negociación con los representantes de los trabajadores, intentando acordar las medidas menos traumáticas y que tengan el mayor consenso posible".
El presidente de Caja Madrid también afirmó que "independientemente del rótulo que aparezca en la oficina, todos los empleados del nuevo grupo deben sentirse orgullosos de pertenecer a un sólido proyecto empresarial". Y añadió que todos los trabajadores "tendrán a su disposición las mismas herramientas informáticas y operativas, el mismo asesoramiento desde los servicios centrales, la misma asesoría jurídica, el mismo marketing y los mismos productos".
La alianza es un "cambio estructural y no coyuntural para Caja Madrid, un proceso de integración irreversible" que dará lugar a una sociedad anónima con estatuto de banco, primera entidad financiera española en banca comercial y de empresas en el mercado nacional por volumen de negocio, con 355.613 millones de euros, además de decimoquinta entidad de Europa con una liquidez de 30.000 millones de euros.
Entre las ventajas de este proyecto, resaltó la consecución de una mayor solvencia patrimonial que permitirá abordar "proyectos de mayor magnitud", un ahorro de costes significativo, una mejor diversificación geográfica y potenciar una financiación más diversificada.
NUEVO MODELO COMERCIAL
Para el presidente de Caja Madrid, el segundo pilar necesario para liderar el sistema financiero español se centra en un nuevo modelo comercial: "Pasaremos de un sistema basado en la venta de productos y campañas a otro centrado en el cliente", en el que el asesoramiento y la vinculación serán las claves, afirmó Rato.
El presidente de Caja Madrid instó también a reforzar la estrategia a corto plazo, donde uno de los principales retos es controlar y reducir la morosidad. Ha resaltado el esfuerzo ya realizado, que se ha traducido en una reducción de 26 puntos básicos en un año, situándose en mayo en el 5,40%, una evolución mejor que la de sus principales competidores.
El presidente de Caja Madrid también abogó por afrontar el "reto de la financiación" ya que "la liquidez no tiene por qué ser siempre abundante y barata". Instó a que la entidad busque un reequilibrio de la estructura financiera, con un mayor peso de los depósitos estables. Además, aseguró que se seguirá ampliando la oferta de depósitos con atractivas condiciones, que premien la vinculación y la captación de dinero nuevo.
