VALÈNCIA. El holding empresarial Rover, dedicado a las construcción de infraestructuras, cierra un 2024 de récord a todos los niveles. Su facturación se disparó un 118% hasta alcanzar los 415,5 millones de euros frente a los 190 millones que ingresó el ejercicio anterior por el volumen de pedidos en marcha. Un crecimiento que también tuvo su reflejo en su beneficio, que pasó de los 3,8 millones a obtener 12,2 millones el pasado año, es decir, el triple, según consta en sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.
Concretamente, la compañía que preside Alfredo Rodríguez acabó e2024 con una cartera de pedidos que alcanzó los 2.370 millones frente a un volumen de 1.764 millones en 2023. Su principal negocio son las infraestructuras, tanto obra civil como construcción residencial, pasando por el sector ferroviario y marítimo a través de diferentes divisiones.
De acuerdo con la memoria de gestión que acompaña a sus cuentas, el grueso de su negocio, el 59%, se concentra en España con un volumen de 245,4 millones del total de su facturación. Le sigue Suecia, el 21,2% con 88 millones; Polonia, el 15,1% y 62,7 millones de euros; y ya en menor medida están Uruguay, el 2% con 8,7 millones; y Colombia, el 1,67% y 6,9 millones.
Y es que el grupo empresarial cuenta con una fuerte presencia en el mercado internacional con filiales propias en Suecia, Colombia, Polonia y Uruguay. Asimismo, tiene contratos y proyectos en marcha en Argelia. Por otro lado, su patrimonio neto ascendió a 31 de diciembre de 2024 hasta los 66,6 millones de euros, el 22,39% sobre los activos totales.
En cuanto a los riesgos, Rover señala que el sobrecoste medio acumulado en las obras en ejecución en los tres últimos años, derivado del incremento de precios de los materiales y la energía, oscila entre un 12% y un 22%, alcanzándose máximos de hasta el 29%, en ciertas tipologías de obras. "El impacto real sobre los contratos es aún mayor debido a los incrementos del coste de la mano de obra en ese mismo periodo", señala en el informe de gestión que acompaña a las cuentas.
En cualquier caso, de cara al futuro, Rover no prevé "cambios sustanciales en la evolución del grupo" ni tampoco hay riesgos ni incertidumbres "que puedan modificar la previsión de continuidad".