VALENCIA. Banco Sabadell ha vaciado el que edificio que ocupó durante décadas la dirección territorial de Valencia de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). El banco que compró el negocio de la caja solo ha dejado la oficina, que ocupa los bajos del inmueble situado en la calle Pascual y Genís. El resto de plantas, que tras la integración de CAM en Sabadell fueron ocupadas por los empleados de Solvia (la inmobiliaria del grupo), se han quedado vacías.
Este movimiento está vinculado directamente al inicio de comercialización de la Ciudad Ros Casares, un complejo de oficinas que el Sabadell se ha quedado como dación en pago por la deuda que acumulaba la promotora. El banco quiere vender estas instalaciones, pero de momento ha decidido comercilizarlas en régimen de alquiler. La entidad ha decidido ubicar allí a los empleados de Solvia ante la dificultad para lograr inquilinos para este complejo, ya que considera que el edificio de Pascual y Genís es más fácil de colocar.
La cuestión es que la sede de la antigua territorial de CAM en Valencia no es propiedad del Sabadell, sino del fondo de pensiones de los exempleados de la caja de ahorros. A finales de la pasada década, CAM vendió varios de sus inmuenles emblemáticos a sus trabajadores para captar fondos y como fórmula de inversión para el fondo, ya que garantiza la ocupación durante un largo periodo de tiempo como inquilino. Al no ser de su propiedad, Sabadell no puede venderlo, pero sí realquilarlo a terceros.
LA VENTA DE ROS CASARES, A LA ESPERA DEL FGD
Sabadell sí quiere vender la Ciudad Ros Casares -rebautizada como Ciudad Gran Turia- en cuanto reciba el visto bueno del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Al tratarse de un activo amparado por el acuerdo de compra de CAM, las pérdidas que genere su venta a un precio menor al que constaba en los libros estarían cubiertas en un 80% por el FGD, por lo que este fondo debe dar su aprobación al precio al que se ponga en el mercado, algo que aún se está negociando.
Mientras tanto, el Sabadell ha decidio iniciar la comercialización en régimen de alquiler. Hasta ahora, al margen de los inquilinos que ya tenía cuando se lo quedó, se ha incorporado el personal de Hasbro Iberia, la antigua MB España, juguetera que se ha trasladado desde la histórica fábrica de juguetes de Riba-roja de Túria (ahora en desuso) hasta este recinto. También los trabajadores de Solvia ocupan varios de los edificios, pero la mayor parte del complejo está por ocupar.
