VALENCIA. No hace más de 26 días que las juntas de accionistas de Santander y Banesto aprobaron su fusión pero en casa de Emilio Botín no hay tiempo que perder. Y menos si se trata de implantar la marca de su querida ciudad con la llamita. Que se lo cuenten a los viejos del Central Hispano y aquel proceso de fusión que alumbró el SCH con un logotipo y marca nueva que duró lo que tardó Botín en volver a imponer su marca por encima de todo. 

Pero si aquel proceso fue duro, en el caso de Banesto no parece que vaya a durar tanto una vez acordada la fusión. El proceso de implantanción de la imagen corporativa de Santander en las oficinas del que ha sido su hermano pequeño es imparable. En Valencia, la sede central de Banesto, en la esquina la calle Comedias con Pintor Sorolla, ya luce desde mediados de la semana pasada la imagen del Grupo Santander junto a la mironiana imagen de Banesto. También en la oficiana de la plaza del Ayuntamiento de Valencia se han añadido pegatinas a los carteles de la entidad. 

Un proceso, el de la implantanción de la marca, que irá en paralelo al de la integración del negocio. Santander, como paso previo, ya informó la semana pasada de la nueva estructura territorial del banco. En la Comunitat Valenciana seguirá Luis Herrero al frente de la dirección territorial.