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10 dardos en la diana del sistema financiero valenciano...

Siempre quedará la Fundación Bancaja (y 2º)

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VALENCIA. El papel jugado por la Generalita y por el empresariado local, el carácfer local de Bankia (a pesar de todo y el futuro de la Fundación Bancaja cierran el círculo del análisis iniciado en la primera parte de este artículo acerca del sistema financiero valenciano.


7. La responsabilidad de la Generalitat Valenciana. A todo el proceso de colapso de las instituciones financieras valencianas ha asistido la Generalitat Valenciana sin mayor resistencia. En la época de Francisco Camps como presidente se aplaudieron todos los movimientos que realizaron las cajas. Se dio por buena igual la que acabó como fallida fusión de CAM con Cajastur que su también frustrada continuidad en solitario. Se señaló como positiva e idónea la fusión de Bancaja y Caja Madrid.

Ahora, ya con Alberto Fabra como jefe del Consell, La Generalitat ha asistido como espectador a la crisis del Banco de Valencia, eso sí, con asiento en primera fila. Tampoco se conoce ninguna gestión para impulsar los esfuerzos de Ruralcaja, pese a que en este caso incluso el Instituto Valenciano de Finanzas mantiene tutela sobre las cajas rurales.

El único momento en que ha jugado un papel activo ha sido con la búsqueda del sustituto de Olivas en Bankia. Sin embargo incluso en este episodio su capacidad de resolución es matizable. Al final, el peso de la opinión de Juan Roig, convertido en referente en la sombra de la economía valenciana, ha decantado la balanza, con el apoyo de los empresarios.

8. El papel de los empresarios. El empresariado valenciano también debería examinar su papel en todo este proceso que no pocos califican de fracaso colectivo. Sus voces en los consejos de administración de las cajas no fueron precisamente críticas con decisiones que se les plantearon y que hoy se antojan causa de la crisis.

Fuera de esos órganos de gobierno, cuando se decidía el futuro de CAM o Bancaja, sus mensajes se limitaron, cuando no al silencio, a tímidas esperanzas de que todo fuera bien. Ya con el poder de las grandes entidades locales en manos de otros sí han lamentado la desaparición del sistema financiero.

Con esos precedenes, choca el ambiente de euforia que se vivía en el seno de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) tras haber colocado a "uno de los nuestros" en el consejo de Bankia.

Es cierto que, frente a otras opciones barajadas, la elección de Francisco Pons supone un cierto alivio para aquellos que lamentaban la falta de un interlocutor en el que ya sin duda es la entidad financiera con más presencia y peso en la Comunitat Valenciana, Bankia.

9. Bankia, el banco de los valencianos
. La evidencia, pese a quien pese, es que Bankia es ahora mismo, el único gran banco en el que tienen peso los valencianos. Con la CAM y Banco de Valencia nacionalizados, en la matriz de Bankia, BFA, Bancaja sigue controlando el 37,7% del capital.

No hay que olvidar, ni menospreciar, que Bancaja tiene, con Caja Madrid, derecho de veto (se requiere su voto afirmartivo) sobre lo que el contrato de integración considera 'materias reservadas', así como que su 37% de derechos políticos es imprescindible para decisiones como un cambio de estatutos o la fusión con otros socios en Bankia y en BFA".

Además la cuota de mercado de Bankia en la Comunitat Valenciana es suficientemente relevante para que sus gestores, por muy controlados por Caja Madrid que estén, le presten atención. especial. "Madrid pesa mucho en Bankia, pero sin Valencia tampoco exisitiría Bankia", señalaba hace unos día en Valencia un miembro de la alta dirección de la entidad.

Cosa distinta es que la entidad esté abierta a facilitar financiación con la libertad de antaño. Pero aquí el problema no es tanto del apego territorial como de la situación de los mercados financieros. Si Bancaja hubiera seguido en solitario (en el hipotético caso que pudiese) tampoco podría dar créditos arriesgados o renovar préstamos a la ligera.

En todo caso, la reestructuración del sistema financiero español no está cerrada. Las nuevas necesidades de capital exigidas obligará a los bancos nacionales a dar un paso más en la concentración. Y ahí el futuro de Bankia, como el de todos, está a expensas de futuras fusiones.

10. Siempre quedará la Fundación Bancaja. A medida que el papel de Bancaja se vaya diluyendo a mero accionista de Banco Financiero y de Ahorros, la posibilidad de que la caja de ahorros se transforme en una fundacion irá ganando peso. Ha ocurrido en otros países europeos cuando se han ‘bancarizado' las cajas.

De momento la Fundación Bancaja mantiene su actividad social y cultural así como sus órganos de gobierno independientes, o al menos diferentes, a los de la caja de ahorros. El presupuesto le llegará de los beneficios, vía dividendos, que obtenga Bankia y BFA. Pero a nadie se le debe escapar que, a medida que pase el tiempo, no tendrá sentido mantener dos estructuras distintas. El poder de la fundación ya se plantea como escenario de una batalla de futuro.


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