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Suerte desigual

 2013 y las ‘big fours': un año para olvidar en Deloitte, para repetir en Ernst&Young

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VALENCIA. No fue un buen año en general para las cuatro grandes firmas de auditoría -y consultoría- de la Comunidad Valenciana, Deloitte, KPMG, Erns&Young (EY) y PwC. Crecimiento escaso en un mercado muy estable, problemas de crisis y competencia y erosión creciente de precios. "Metemos más horas y cobramos menos" resume el responsable de una de ellas a este diario.

Para dejar atrás cuanto antes. Asi fue el ejercicio 2013 de Deloitte. Los expedientes abiertos a la mayor firma del sector en España a causa de las supuestas irregularidades aparecidas en su trabajo en torno a Bankia y al Banco de Valencia tienen en vilo a sus responsables. Falta de claridad en sus números y operaciones deficientemente presentadas centran una sospechas sobre la firma que podrían acarrearle sanciones importantes.

Y cuando las cosas parecen que ya no pueden empeorar... lo hacen. Muy comentada en el mundillo de la auditoría fue la pérdida por Deloitte de la cuenta vía ‘ejecutiva'  de Ros Casares y su sustitución imediata por su competencia más directa en Valencia, KPMG. Afirman fuentes del sector que ‘el incidente' se produjo tras la imputación general de los consejeros del BFA (la matriz original de Bankia), al que perteneció Juan Ros García situado allí por indicación del auditor (Deloitte), pretendiéndole hacer "un favor". Hay favores que matan...

Pero la buena noticia para Deloitte, muy reciente, ha sido su contratación por el club Valencia CF SAD para ‘auditar' la ‘transparencia' de su proceso de venta ante la evidente desconfianza del presidente del club sobre los planes de Bankia. Asimismo, a finales de 2013 se produjo el relevo al frente de la firma, dejando Jesús Tejel -por haber alcanzado la edad de retiro- su puesto a Juan Corberá, procedente de Alicante.

Y si Deloitte es la cruz, la cara la representa la hasta hace poco más humilde de las cuatro, EY, que ha disfrutado de un ejercicio memorable tras hacerse con la cuenta de Bankia ya bajo la gestión de José Ignacio Goirigolzarri. En Valencia, EY consiguió igualmente el año pasado la cuenta de Aguas de Valencia y en breve anunciará oficialmente el acuerdo con la japonesa UBE -con factoría en Castelló- una vez ésta lo apruebe en consejo de administración.

La mala noticia para esta firma fue la decisión de la Generalitat de proceder al cierre de RTVV, empresa pública auditada por EY, que vio perder de este modo uno de sus galones en Valencia. Le queda a Erns&Young el consuelo de, tal vez, poder auditar la liquidación de la sociedad pública que ha heredado toda la deuda del antiguo ente televisivo.

Para las otras dos firmas ha sido un año sin pena pero también sin apenas gloria. KPMG está viviendo su particular transición tras la salida de la firma de su histórico director, Juan Latorre, mientras coge las riendas su relevo, Bernardo Vargas. Por el camino ganaron la cuenta de Ros Casares, auditaron para Bankia el valor de venta del Valencia CF SAD y mantuvieron el negocio en líneas generales.

La cuarta pata del grupo, PwC, tampoco atraviesa uno de sus mejores momentos después de años de predominio en el sector púbico regional, con un declive en sus números paralelo al de la economía general. Su director en Valencia, Rafael Sanmartin, dedica cada vez  más tiempo a sus estancias en la nueva sede de la firma en Madrid dejando el día a día a su mano derecha en Valencia, Sandra Deltell, socia directora del área de auditoría.

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