Socióloga, especializada en marketing y desarrolladora de estrategias digitales ha encontrado un nicho en expasión en los negocios por internet relacionados con la puericultura
VALENCIA. Natalia Senón habla deprisa, piensa deprisa y gestiona diariamente la actividad digital y en redes sociales de 16 empresas de consumo, además de asesorar a diversas agencias de comunicación de Valencia, Barcelona, Madrid y Vigo. "Cuando empecé, nadie ofrecía marketing online en España", asegura esta joven empresaria, que le quita importancia a esa condición pionera: "Se veía venir, por lo que pasaba en Estados Unidos, que por ahí se iba a abrir mercado".
Licenciada en Sociología, especialidad de comunicación y marketing ("aunque parezca absurdo, esta especialidad se eliminó al año siguiente de licenciarme"), cuenta con diversos masters en marketing digital y gestión interna de organizaciones. Sin embargo, reconoce que la mayor parte de esos conocimientos es necesario complementarlos "siguiendo a gurús del sector" y a golpe de práctica.
Cuando las pocas empresas que ofrecen empleos lo hacen de Community Manager (CM), Senón considera que no van desencaminadas, aunque no sepan muy bien lo que quieren pedir. "Las empresas pequeñas pueden sacarle mucho partido, ya que cualquier otro medio de promoción requiere más infraestructura y más costes".
TRABAJAR EN LAS NUBES
Y cuando habla de costes de infraestructuras, lo sabe muy bien. El escritorio de su ordenar está completamente limpio, su terminal tiene instalado lo básico, pero, eso sí, "la conexión a internet me da la vida".
Absolutamente todo su trabajo lo realiza con programas y servicios que se gestionan a través de internet. En el argot, esto es "trabajar en la nube". Desde cualquier terminal y en cualquier parte puede trabajar y tener acceso a sus documentos, pero eso no significa que todos estos programas sean gratuitos: "dejémoslo en que no son tan caro".
"Con poco presupuesto, pero bastante imaginación, se puede hacer mucho para acercar el producto al consumidor", apunta. Pero nadie ha dicho que sea fácil. Técnicamente, su trabajo desarrolla acciones de SEO (para situar a la empresa en los puestos más altos que ofrecen los buscadores cuando un cliente quiera información sobre su producto), SEM (gestión de publicidad a través de plataformas digitales), SM (estrategia para el desarrollo de acciones en redes sociales y herramientas digitales), un poco de CM (elaboración y difusión de contenidos para redes sociales) y un mucho de relaciones públicas, sobre todo con blogers de puericultura y decoración.
¿Y merece la pena hacer blackhat (pequeñas trampas para favorecer el posicionamiento de contenidos)? "No, a la larga se paga y muy caro". Cada profesional tiene su manual, y en su caso prefiere aprovechar las normas que fijan los buscadores y sacarles partido. "Hacer posicionamiento no es jugar al ratón y al gato con Google", advierte.
ANTE TODO, PROFESIONAL
Sus gustos personales por la música y la cultura independiente no quitan para que le guste ser también empresaria, aunque prefiere definirse como "profesional liberal". Después de años desarrollando el departamento de ventas de una importante empresa de puericultura valenciana, las circunstancias personales le llevaron a iniciar su propio proyecto, centrado en la venta por internet.
"Lo más complicado fue aprender de gestión. No sabes la cantidad de trabas burocráticas y la de impuestos que hay que pagar", comenta. Partidaria de que todo el mundo contribuya en la financiación de los servicios públicos, es también muy exigente a la hora de demandar eficiencia de las administraciones en la parte que les toca.
A la pregunta de por qué su empresa tiene como marca su nombre propio y no uno de tipo creativo, emerge la experta en marketing: "La marca es una cuestión que afecta mucho a la percepción del cliente. Si una empresa pequeña o mediana ve un nombre propio y no una firma, se gana en proximidad y confianza (algo que saben los despachos de abogados) y se transmite la sensación de que el precio va a estar más ajustado", añade.
