VALENCIA. Después de un lustro con la economía valenciana abierta en canal y más de tres años de encomiendas de la Generalitat por cobrar, el número de organizaciones empresariales se mantiene apenas invariable. Ni siquiera el ejemplo dado por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y su homóloga de las pymes, Cepymev, ha animado a otros a seguir su senda.
A pesar de las ventajas de poder economizar costes y contar con el apoyo de una mayor masa crítica de socios, el empresariado valenciano en cargos de representación demuestra mayoritariamente que prefiere "ejercer de cabeza de ratón que de cola de león", aunque esto signifique llevar a la organización a la quiebra.
En estos términos se manifestaba recientemente el veterano patrono Juan Eloy Durá, ya expresidente de la Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción (Fevec), que entendía dos razones fundamentales para explicar los obstáculos a la racionalización del mapa patronal valenciano: la vanidad de algunos presidentes y la necesidad de los secretarios generales de defender su empleo.
ADICCIÓN AL CARGO
Como ha ocurrido en otras ocasiones, Durá ha dicho en público lo que otros empresarios reconocen en privado. Aunque el puesto de presidente no suele estar retribuido, sí lleva consigo una representatividad institucional que crea adicción, según reconocen patronos en ejercicio que, sin embargo, no creen que se pueda generalizar.
En lo que sí hay bastante coincidencia entre los patronos es a la hora de destacar la resistencia de los secretarios generales a la posible fusión o absorción por parte de otras organizaciones. No en vano, es el primer ejecutivo de la organización y, en mucho casos, termina por ser su último empleado. "Cuidan por su empleo", como sintetiza Durá.
En todo caso, algo se mueve entre las patronales. Además del caso de la fusión de CEV y Cepymev, otras entidades sectoriales están estableciendo contactos para realizar acciones coordinadas o compartir gastos. En la mayoría de los casos se trata de prestar servicios de forma conjunta o negociar todas a una con determinados proveedores, como se plantean Femeval, Ateval y Fevama, dedicadas al metal, el textil y la madera, respectivamente.
