CASTELLÓ. Vidres, uno de los grupos de referencia del sector de esmaltes con sede en Vila-real, regulariza un proceso de ampliación de su planta, que contempla un incremento de su producción en un 100%, que pasa de las 120 toneladas al día a las 260. Así, ahora acaba de solicitar una modificación sustancial de su autorización ambiental integrada, un trámite que ampara los cambios realizados en los últimos años por la empresa y que acaba de iniciar el período de información pública, según informa la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio.
El proyecto recoge el desarrollo de hasta 22 cambios, como el crecimiento de una a seis parcelas. Entre las cinco nuevas suman 54.476 metros cuadrados. Entre otras novedades, la esmaltera que dirige Joaquín Font de Mora incluye en esta modificación sustancial la construcción de otra factoría y dos almacenes.
Las nuevas unidades están colindantes al actual centro productivo. En la parcela dos hay cuatro naves industriales con una superficie total de 16.168 metros cuadrados, además de una instalación fotovoltaica. La primera nave se centra en exposiciones y las otras tres cuentan con una sección de línea de esmaltado y de serigrafías. El área tres comprende un aparcamiento que dispone de una plataforma solar en sus marquesinas con 1.950 paneles, en 4.308 metros cuadrados y una potencia de 644 KW. También albnerga puntos de recarga para vehículos eléctricos.
Asimismo, las parcelas cinco y seis acogen dos almacenes de material productivo.

Cinco nuevos hornos
Vidres también incluye, en el marco de la nueva autorización ambiental, diversas mejoras en su factoría actual, entre otras, cinco nuevos hornos para fritas, ocho silos, una instalación de esmaltes, ampliación de tres tolvas, siete molinos y dos centros de transformación.
La nueva declaración ambiental muestra la modernización de las instalaciones realizada por la industria con el objetivo de garantizar las necesidades de sus mercados. Ahora coincide en un momento de cierta recuperación de los esmaltes, espoleados por la mejora de la industria azulejera. La transformación no solo aumenta la capacidad de producción, sino que también incorpora nuevas líneas de eficiencia energética para avanzar hacia el camino de la transición energética o descarbonización.